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la pickup campeona del consumo

No es novedad que las pickups hayan ganado mucho espacio en la elección como vehículo familiar o para todos los días. Los grandes y medianos centros urbanos de la Argentina están repletos de camionetas de todos los tamaños.

Las más lógicas para un tipo de uso diario son las del segmento compacto, entre las cuales la Ford Maverick Híbrida se erige como el vehículo indicado para conquistar ciudades.

La relación entre los argentinos y las pickups es una historia casi tan extensa como la propia industria automotriz. Sin embargo, durante décadas estuvo casi exclusivamente vinculada con el campo y tareas laborales.

Pero a mediados de los 90 eso empezó a cambiar y los fabricantes comenzaron a producir camionetas un poco más chicas, pero con más espacio para pasajeros (doble cabina).

 La Maverick Híbrida viaja con seguridad y firmeza ofreciendo reacciones similares a las de un auto. La Maverick Híbrida viaja con seguridad y firmeza ofreciendo reacciones similares a las de un auto.

Este tipo de vehículos también terminó aprovechando la limitación constante que hay a la importación de SUV de tamaño medio para arriba. Y muchos usuarios terminaron optando por pasarse a una “chata” como auto familiar.

Hoy en Argentina se fabrican 5 modelos distintos de camionetas, con un nivel de confort, seguridad y tecnología propios de muchos autos de alta gama, basta con ver lo que trae la nueva Ranger, que se fabrica en General Pacheco. Así y todo, siguen siendo de un tamaño demasiado grande para moverse con comodidad por entornos urbanos.

Es ahí en donde las pickups compactas como Maverick, Fiat Toro, Renault Oroch y Chevrolet Montana encontraron una propuesta tentadora para los que terminan optando por una camioneta para todos los días pero sin tener que caer en proporciones tan voluminosas.

Alto voltaje y bajo consumo

La nueva versión híbrida del modelo de Ford parece a la que mejor le queda ese traje, ya que gracias a su sistema de propulsión electrificado logra consumos sorprendentes cuando se mueve por entornos urbanos o mixtos.

El rendimiento de la Maverick Híbrida en algunos tramos de ciudad alcanzó casi 26 km/l.El rendimiento de la Maverick Híbrida en algunos tramos de ciudad alcanzó casi 26 km/l.

En Clarín probamos una unidad por más de 800 kilómetros, circulando principalmente en ciudad. Y, a modo de adelanto, solo diremos que nos quedó un cuarto de tanque con combustible.

A simple vista no hay diferencias con las otras versiones de Maverick que Ford vende en el país. Los detalles y las terminaciones no cambian y solo es posible reconocerla por el diseño de llantas, un rodado un poco más grande (hay que tener el ojo afinado para reconocerlo) y por la inscripción “Hybrid” en el portón trasero. Sin embargo, debajo de esa silueta hay varios cambios importantes.

El primero es obvio y es su sistema de propulsión. Hasta hace poco Ford ofrecía la Maverick con un solo motor (2.0 litros turbo de 253 caballos) y una sola caja de cambios (automática de 8 relaciones). La diferencia entre versiones, además de equipamiento de confort y terminaciones interiores, es que una era tracción integral (Lariat FX4) y la otra, simple (XLT).

La Maverick Híbrida lleva básicamente el mismo sistema de propulsión que Ford viene utilizando en modelos como el Kuga, por ejemplo.

Se trata de un motor naftero (de ciclo Atkinson) de 2.5 litros y 164 caballos, por un lado, y uno eléctrico de 128 caballos, por el otro. El conjunto ofrece una potencia combinada de 194 caballos. La caja es automática e-CVT (una transmisión de relaciones continuamente variables adaptada para un sistema electrificado), la tracción es delantera y el sistema híbrido lo completa una batería de iones de litio.

El interior es similar al de las demás versiones. Cómodo y con múltiples espacios para guardar objetos. El interior es similar al de las demás versiones. Cómodo y con múltiples espacios para guardar objetos.

Hay que aclarar que la tecnología que lleva esta camioneta corresponde a la de los “híbridos convencionales”. Es decir, que no se necesita enchufar para almacenar electricidad, eso lo logra usando el motor de combustión y aprovechando el freno regenerativo.

Además, ambos motores pueden mover por sí solos las ruedas y es el sistema quien elige automáticamente en qué momento entra uno u otro. Aunque el conductor puede influir decisivamente con su manejo en esa “decisión”.

Al darle arranque (por medio de un botón), lo único que obtiene quien maneje es un silencio total y la luz verde del tablero que dice Ready (listos) es el indicio de que estamos listos para empezar a manejar. Y también como en cualquier híbrido, la Maverick buscará romper su estatismo con el motor eléctrico. Dependerá de cuánto la exijamos en esa salida si el motor de combustión aparece o no.

El tablero de instrumentos reemplaza el reloj del cuentavueltas por un indicador de carga y potencia de la batería.El tablero de instrumentos reemplaza el reloj del cuentavueltas por un indicador de carga y potencia de la batería.

A partir de allí entra a jugar cómo conduce cada uno. La intención de nuestra prueba fue hacer un manejo medido, buscando obtener buenos resultados de consumos.

Para lograr eso en un hibrido hay que ir jugando con el acelerador: al alcanzar la velocidad deseada, por ejemplo, 60 km/h en una avenida, hay que liberar el pie del acelerador un instante y eso debería apagar el motor de combustión. A partir de allí, si no se precisa ganar velocidad, el motor eléctrico será suficiente para seguir avanzando.

Los resultados obtenidos, teniendo presente esta conducción premeditada para gastar poco, fueron enormes. En algunos tramos de ciudad alcanzamos hacer casi 26 km/l. Esa cifra, casi fuera de registro, tiene su lógica: en un recorrido de casi 25 kilómetros, 18 de ellos fueron hechos usando solo electricidad.

Contribuyó a esa marca estar pendiente de un buen uso del freno regenerativo. Eso en la Maverick Híbrida se potencia pulsando el botón L (Low) de la selectora de marcha, una función que en otras cajas automáticas ayuda a mantener las marchas bajas para disponer buen torque y potencia. En este modelo lo que hace es aprovechar la desaceleración para generar electricidad. Es decir, el vehículo se empieza a detener como si pisáramos suavemente el freno.

Por fuera no tiene diferencias respecto de las otras versiones. Sólo se identifica que es híbrida por la insignia que lleva en el portón trasero. Por fuera no tiene diferencias respecto de las otras versiones. Sólo se identifica que es híbrida por la insignia que lleva en el portón trasero.

Sería más práctico y cómodo que esa activación sea más intuitiva, a través de levas detrás del volante, por ejemplo, una opción que ya tienen otros modelos híbridos o eléctricos del mercado.

En ruta los valores crecen, porque hay menos oportunidades de que el motor de combustión se desconecte. Pero de igual modo los resultados son muy buenos: 15 km/l en tramos de autopista a 120 km/h. En los más de 800 kilómetros de prueba, con un 70% hecho en entornos urbanos, el promedio fue de 18 km/l.

Esa conducción armónica no quiere decir que la Maverick Híbrida no tenga respuesta ante fuertes exigencias: los casi 200 caballos empujan con ganas y decisión cada vez que se los necesitan.

Esta camioneta electrificada de Ford tiene otras diferencias con las versiones nafteras. Por ejemplo, viene con suspensión trasera con eje rígido en lugar de brazos independientes.

Sin embargo, en cuestiones dinámicas, no hay grandes cambios. La Maverick Híbrida viaja con seguridad y firmeza ofreciendo reacciones similares a las de un auto. El único punto cuestionables quizás sea la elección de unos neumáticos más grandes y con perfil más bajo que hace que copie más el terreno y ceda un pequeño terreno en materia de confort de marcha.

Su equipamiento es muy bueno pero tiene algunos faltantes. Por ejemplo, si bien tiene cámara de estacionamiento trasera, no tiene sensores sonoros, que serían muy útiles en el sector delantero. Tampoco tiene sistema de mantenimiento de carril, control crucero adaptativo o radares de ángulo ciego. En sistemas de asistencia a la conducción se destaca el freno autónomo de emergencia.

A pesar de esas ausencias, la Maverick Híbrida resulta un vehículo ideal para un uso cotidiano en áreas urbanas. No solo por lo práctica que pueda resultar, al fin y al cabo es una pickup no tan grande como las más populares, sino porque el confort es muy bueno, la facilidad de manejo es alta y porque en consumo no hay con qué darle: es la campeona.

Precios de la gama

  • Maverick XLT: $ 17.194.000
  • Maverick Lariat FX4: $ 22.493.000
  • Maverick Lariat Híbrida: $ 23.536.000

Ficha técnica

  • Largo: 5.072 mm
  • Ancho: 1.979 mm
  • Alto: 1.745 mm
  • Distancia entre ejes: 3.076 mm
  • Ángulo de ataque/salida: 20.6°
  • Ángulo de salida: 21.9°
  • Capacidad de carga: 655 kg
  • Capacidad de remolque: 400 kg
  • Motor térmico: Nafta, 2.5L (ciclo Atkinson)
  • Potencia: 164 CV (a 5.600 rpm)
  • Torque: 210 Nm (a 5.600 rpm)
  • Potencia motor eléctrico: 128 CV (a 3.800 rpm)
  • Torque motor eléctrico: 235 Nm (500 rpm)
  • Potencia total combinada: 194 CV (a 5.600 rpm)
  • Tracción: 4×2 (delantera)
  • Transmisión: Automática, eCVT
  • Velocidad máima: 180 km/h
  • Acel. 0-100 km/h: 9,5 segundos
  • Consumo promedio: 5,5 L/100 km

Equipamiento

  • Airbags frontales y laterales delanteros
  • Airbags de cortina
  • Airbag de rodilla para el conductor
  • Asistente de pre.colisión con detección de peatones
  • Frenado autónomo de emergencia
  • Control de velocidad crucero
  • Control automático de luces altas
  • Cámara de visión trasera
  • Apertura de puertas y encendido de motor sin llave
  • Control de estabilidad y tracción
  • Control electrónico de descenso
  • Sistema multimedia con pantalla de 8”
  • Apple Car Play y Android Auto
  • Climatizador bi-zona
  • Butaca del conductor con regulación eléctrica
  • Tapizado de cuero
  • Llantas de 18”

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