Ante la ONU, Lula da Silva reclama «diálogo» para resolver la guerra en Ucrania

El presidente de Brasil, Luis Inácio Lula da Silva, pidió este martes en la Asamblea General de la ONU «diálogo» para resolver la guerra en Ucrania, y criticó a la comunidad internacional, que apuesta más en armas que en la paz.

El conflicto en Ucrania muestra «nuestra incapacidad colectiva para hacer aplicar los objetivos y principios de la Carta de Naciones Unidas», dijo el el presidente brasileño, que recordó que «ninguna solución será duradera sin diálogo».

«No habrá prosperidad sin paz», pues «los conflictos armados son una afronta a la humanidad» y promover «la cultura de paz es una obligación de todos», pero «no todos la asumen», declaró Lula, quien no condenó la invasión lanzada por Moscú en febrero de 2022 y reiteró la necesidad de llevar a Rusia y a Ucrania a una mesa de negociaciones.

«Es perturbador que existan viejas disputas no resueltas y que surjan nuevas amenazas», declaró Lula, quien citó además los muchos conflictos que persisten en Oriente Medio, en África y otras regiones del mundo.

Criticó que las naciones más ricas «invierten mucho en armas y poco en desarrollo» y condenó las «sanciones unilaterales», que «solo traen graves perjuicios a los países afectados».

También pronunció contra «todo intento de reeditar la Guerra Fría» y condenó que los propios países del Consejo de Seguridad de la ONU «declaran guerras» y las impulsan en el mundo.

Según Lula, la «parálisis» del Consejo de Seguridad «es la prueba más elocuente» de la necesidad de una reforma de la ONU y de sus instituciones, a fin de que reflejen la «realidad» del Siglo XXI.

Este miércoles, en el marco de la Asamblea General, Lula tiene previsto reunirse por primera vez con el líder ucraniano, Volodímir Zelenski, quien se encontraba en pleno al momento de su discurso.

Será la primera cita personal entre ambos, tras una conversación por videoconferencia en marzo pasado.

En recientes declaraciones, el líder ucraniano ha reiterado su rechazo a la propuesta de Lula y asegurado que, «para decir algo, es necesario entender quién es la víctima y quién es el agresor» y que la paz no depende de una «fórmula unilateral», sino del «país que sufre».

En su regreso a la Asamblea General de la ONU como presidente de Brasil, Lula abrió los debates con un fuerte mensaje contra el hambre, la pobreza y las desigualdades que existen en el mundo.

«El hambre debe ser un tema central», declaró Lula, quien citó que «735 millones de seres humanos van a dormir este noche sin saber si van a comer mañana», en un «mundo cada vez más desigual» y en el que «el destino que cada niño que nace este planeta parece trazado en el vientre su madre», por dónde nace y por «su clase social».

Según Lula, las desigualdades «deben provocar indignación» y con la fuerza de ese sentimiento se debe «construir un mundo más justo, solidario y fraterno».

«Es preciso ante todo vencer la resignación que nos hace aceptar tanta injusticia como un fenómeno natural», declaró el presidente de Brasil, quien apuntó que no hay dudas de que para solucionar esos problemas «falta voluntad política en aquellos que gobiernan el mundo».

En su condición de presidente de Brasil, como es tradición en la ONU, Lula pronunció el primer discurso de la Asamblea General, en la que ha sido la octava participación de Lula ante la ONU.

Ha vuelto a este foro después de su primera vez, en 2003, y tras haber asistido en forma consecutiva hasta 2008, a lo largo de sus primeros dos mandatos.

En esta ocasión, lamentó que haya tenido que volver a mencionar el hambre y las desigualdades como dos grandes amenazas que pesan sobre la humanidad, como lo hizo en 2003.

Agregó que, ahora, veinte años después, a eso se agregan las consecuencias del calentamiento global, que «son sufridas más por los países más pobres», pero aseguró que no pierde «su esperanza» en que la comunidad internacional sabrá «corregir el rumbo» y centrar su agenda global en el combate a todas las desigualdades.