Afirman que incluso correr poco tiene grandes beneficios para la salud y la longevidad
Correr es una de las formas de ejercicio más populares. También puede ser una de las más saludables.
Numerosos estudios de largo plazo, algunos efectuados con miles de participantes, han demostrado que correr beneficia a las personas física y mentalmente. Además, las investigaciones han descubierto que aquellas que corren tienden a vivir más tiempo y es menor el riesgo de que contraigan enfermedades cardiovasculares y cáncer que quienes no corren.
Podría suponerse que para obtener las mayores recompensas es necesario correr distancias largas con regularidad, pero hay sólidas pruebas que vinculan incluso a las carreras muy cortas y ocasionales con beneficios importantes para la salud, especialmente en lo que respecta a longevidad y bienestar mental.
«Hemos descubierto que correr poco más de 3 kilómetros varias veces por semana te proporciona prácticamente todos los beneficios de correr extensamente en términos de menor mortalidad», dice el doctor James H. O’Keefe, director de cardiología preventiva del Instituto St. Luke’s Mid America Heart de Kansas City, en el estado de Missouri.
Por qué correr distancias cortas puede hacerte muy bien
Durante la última década el doctor O’Keefe publicó múltiples estudios acerca de correr para mejorar la salud y la longevidad. Junto con un grupo de colegas suyos, para uno de esos estudios analizó datos de salud y ejercicio de largo plazo previamente obtenidos de alrededor de 5.000 personas adultas europeas con edades comprendidas entre 20 y 92 años.
En comparación con quienes no no corrían nada, las personas que corrían entre 1 y 2,4 horas por semana a ritmo lento o moderado exhibían mayores reducciones en cuanto a mortalidad, mayores incluso que entre quienes corrían más kilómetros a un ritmo más rápido.
Otros investigadores han llegado a conclusiones similares.
Por ejemplo, un estudio de 15 años de extensión con más de 55.000 participantes estadounidenses de entre 18 y 100 años encontró que correr tan sólo 5 a 10 minutos por día a ritmo lento (menos de 10 km/h) se asociaba con “riesgos notablemente reducidos” en relación con todas las causas de muerte.
También era suficiente para prolongar varios años la vida de las personas.
«En lo que hace a correr, los mayores beneficios para la salud y la mortalidad se producen al principio», afirma el doctor Duck-chul Lee, uno de los autores del estudio y profesor asociado de epidemiología de la actividad física de la Universidad Estatal de Iowa.
Incluso correr poco más de un kilómetro (suponiendo que una persona corra al menos algunos días por semana) es suficiente para mejorar significativamente la salud cardiovascular y la longevidad, de acuerdo con Lee.
Los beneficios fisiológicos de correr pueden atribuirse a un grupo de moléculas a las que suele conocerse como exerquinas, llamadas así porque diversos sistemas de órganos del cuerpo las liberan en respuesta al ejercicio.
Si bien la investigación sobre exerquinas es relativamente nueva, los estudios las han relacionado con reducciones de la inflamación nociva, la generación de nuevos vasos sanguíneos y la regeneración de mitocondrias celulares, explica la doctora Lisa Chow, profesora de medicina de la Universidad de Minnesota, que ha publicado investigaciones en exerquinas.
Es mucho lo que sobre estas moléculas requiere más estudio. Pero la doctora Chow informa que a través de la investigación ya se ha hallado que breves sesiones de ejercicio vigoroso, como ser las carreras cortas, son suficientes para generar algunos de estos beneficios relacionados con la exerquina..
Correr tiempos más cortos también puede mejorar tu salud mental
La revisión reciente de una investigación sobre ejercicio y depresión detectó que la gente adulta que llevaba a cabo las 2,5 horas recomendadas de actividad física moderada por semana tenía un riesgo de depresión 25% menor en comparación con las personas que no hacían ningún ejercicio.
Pero quienes completaban sólo la mitad de las 2,5 horas semanales recomendadas todavía tenían un riesgo 18% menor de depresión en comparación con las personas que no hacían ejercicio. Estos hallazgos sugieren que la mayor parte de la reducción del riesgo parece darse en los periodos iniciales.
«Si alguien comenzara a correr inclusive una o dos veces por semana en lugar de no hacer ningún ejercicio, es ahí donde deberíamos ver los mayores beneficios» en términos de salud mental, observa Karmel Choi, psicóloga del Hospital General de Massachusetts que investiga la relación entre ejercicio y depresión.
Un poco hace mucho
Correr puede ser un ejercicio extenuante. Si bien a algunas personas les encanta el desafío —y la avalancha de endorfinas— las carreras largas no son para todos. Pero hay mucho que ganar poniendo un pie delante del otro, aunque sea para dar una a la vuelta de la manzana.
«El consenso creciente en nuestro campo es que los beneficios de correr comienzan a adquirirse en cuestión de minutos«, afirma el doctor Rajesh Vedanthan, profesor asociado de salud de la población en la Facultad de Medicina Grossman de la Universidad de Nueva York que estudia la relación entre correr y longevidad.
«El mensaje clave aquí», añade, «es que cualquier actividad física es mucho mejor que ninguna».
Traducción: Román García Azcárate
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