La guerra en Gaza sacude la política en Gran Bretaña y abre una grieta en la oposición laborista
La guerra en Gaza, sus 12.000 civiles y sus 4.500 chicos muertos en bombardeos no solo está haciendo perder a Israel la batalla de la opinión pública frente al mundo. Le crea enormes dificultades al líder de la oposición en Gran Bretaña en tiempo electoral, cuando los laboristas pueden ganar la elección general. También complica a otros líderes europeos.
Sir Keir Starmer, el líder laborista británico, abogado especialista en derechos humanos y ex procurador de la corona, sufrió el miércoles la mayor rebelión de su liderazgo a causa del alto al fuego en Gaza. Un tercio de sus parlamentarios, incluidos ocho diputados en la sombra, desafiaron a su líder para respaldar un alto el fuego en el enclave palestino, en una votación de la Cámara de los Comunes.
Un total de 56 parlamentarios laboristas se encontraban entre los 125 que votaron a favor de la moción del SNP, el partido nacionalista escocés, que pedía un alto el fuego inmediato. Y la cifra habría sido 61, si renegados como Jeremy Corbyn y Diane Abbott todavía fueran parlamentarios laboristas.
Los 56 incluían a muchos de los llamados «sospechosos habituales» de la izquierda laborista: partidarios de Corbyn, como Richard Burgon, Ian Lavery, Rebecca Long-Bailey, John McDonnell, el ex «alma gemela» de Angela Rayner, Sam Tarry y Jon Trickett.
No solo eran diputados con confesión musulmana los que participaron en la revuelta. La diputada Jess Phillips, una de las más prestigiosas laboristas, se encuentra entre los ocho diputados del gabinete en la sombras que desafió al líder laborista a respaldar una enmienda del SNP, los nacionalistas escoceses, que exige que Israel detenga los bombardeos contra los palestinos.
Jess Phillips, diputada de Birmingham Yardley, fue la dimisión más destacada del equipo de Starmer, después de que la negativa del partido a apoyar un alto el fuego total provocara profundas divisiones.
Phillips dijo que renunciaba como ministra en la sombra para la violencia doméstica con un “corazón apesadumbrado”, después de “una de las semanas más difíciles en política” por la que había pasado.
«He tratado de hacer todo lo posible para que este no fuera el resultado», le dijo a Starmer. En su distrito de Birmingham, el 99 por ciento de los que viven y la votaron son musulmanes.
Crisis en el gobierno conservador
La rebelión contra Starmer se produce cuando el gobierno conservador enfrenta una crisis por la renuncia de la ministra del interior ultraderechista, Suella Braverman, la Corte Suprema británica votando por unanimidad que es “ilegal” enviar a los migrantes a Ruanda y se habla de un voto de confianza para desplazar al primer ministro Rishi Sunak por parte de los anti inmigrantes de los Torys.Una elección general está próxima.
Sir Keirmer sufre la mayor revuelta de liderazgo por el alto el fuego en Gaza, cuando va a ser un claro ganador laborista en todo el país si los las elecciones son ahora.
La disputa sobre Israel y Gaza ha generado confusión entre los laboristas y bronca. Si bien todos defienden el derecho a la defensa israelí, muchos de los legisladores creen que lo ha sobrepasado.
Para ellos es “inadmisible” seguir tolerando la muerte de más 12.000 civiles, 4.500 Niños y 103 funcionarios de la ONU en los bombardeos. La proporcionalidad, exigida por las leyes de la guerra, debe imponerse a Israel, un aliado del gobierno conservador británico.
Imran Hussain, diputado de Bradford East, dimitió a principios de este mes como ministro en la sombra por la posición del partido sobre un alto el fuego en Gaza.
Divisiones
Starmer, que ha apoyado las pausas humanitarias para llevar ayuda a Gaza y sacar a la gente, pasó ayer reuniéndose con los rebeldes. Buscaba convencerlos de que respalden una moción alternativa, propuesta por los laboristas.
Una fuente laborista dijo que la escala de la rebelión del frente no fue tan drástica como habían temido. Pero otra dijo que era una «acusación masiva y condenatoria del juicio de Starmer sobre este tema».
Después de la votación, Starmer dijo: “Lamento que algunos colegas se hayan sentido incapaces de apoyar la posición esta noche. Pero quería dejar claro dónde estaba y dónde estaré. El liderazgo se trata de hacer lo correcto. Eso es lo mínimo que merece el público. Y lo mínimo que exige el liderazgo”, argumentó.
La enmienda del SNP en el debate del Discurso del Rey pedía un alto el fuego total. Muchos de los parlamentarios de Starmer han sido objeto de una intensa presión por parte de los electores sobre el conflicto entre Israel y Gaza. El asistente de un diputado dijo que no habían recibido tantos correos electrónicos sobre un tema desde el Brexit.
Rebelión
Starmer dijo que «es necesario hacer mucho más en este sentido para aliviar la crisis humanitaria que se está desarrollando en Gaza».
“Todo líder tiene el deber de no volver a una estrategia fallida de contención y abandono, sino de forjar un futuro mejor y más seguro tanto para los palestinos como para los israelíes”, explicó.
“Junto con los líderes de todo el mundo, he pedido en todo momento el cumplimiento del derecho internacional, pausas humanitarias para permitir el acceso de la ayuda, los alimentos, el agua, los servicios públicos y los medicamentos, y he expresado nuestra preocupación por la escala de las víctimas civiles”, dijo en la Cámara de los Comunes.
La magnitud de la rebelión es similar a la que sufrió Tony Blair en marzo de 2003, en una votación sobre su curso de acción en Irak. Ganó la votación, pero 121 de 412 parlamentarios laboristas (el 29 por ciento) rechazaron sus planes, que en ese momento constituía su mayor revuelta en la Cámara de los Comunes. Este miércoles Starmer vio a 56 de sus 198 parlamentarios (28 por ciento) desafiar a los whips, que obligan al voto.
Starmer presentó una enmienda alternativa en su nombre, que no llegaba tan lejos como un alto el fuego total, pero que esperaba que fuera un compromiso para evitar una división en su partido. Pidió pausas más prolongadas en la violencia, condenó el ataque de Hamas del 7 de octubre y pidió a Israel que “levante las condiciones de sirio ” impuestas en Gaza.
A los parlamentarios laboristas se les dijo que debían votar a favor de la enmienda laborista y abstenerse en la del SNP. Si desempeñaban cargos ministeriales subalternos en la sombra, se les dijo que serían despedidos si apoyaban a este último, a pesar de que varios ya habían respaldado públicamente un alto el fuego.
Electores furiosos
Afzal Khan, parlamentario laborista de Manchester Gorton, Naz Shah, que representa a Bradford West, y Yasmin Qureshi, parlamentaria de Bolton South East, dijeron antes de la votación que respaldarían la enmienda del SNP. Andy Slaughter, diputado de Hammersmith, votó a favor.
En su carta de renuncia, Qureshi dijo: “La situación en Gaza requiere desesperadamente un alto el fuego inmediato para abordar la catástrofe humanitaria y avanzar hacia una solución política que traiga libertad, prosperidad y seguridad”.
La enmienda del SNP fue derrotada por 293 votos contra 125. La enmienda alternativa del Partido Laborista también fue rechazada, con 290 votos en contra y 183 a favor.
Durante el debate en la Cámara de los Comunes, Layla Moran, diputada liberal demócrata, reveló que uno de sus familiares había muerto en Gaza.
Antes de la votación, David Lammy, el secretario de Asuntos Exteriores en la sombra, dijo: “Todos en esta Cámara quieren que terminen los combates. El debate esencial es sobre cuáles son los pasos para lograrlo”.
“Es difícil que se alcance un alto el fuego si Hamas no está dispuesto a detener el lanzamiento de cohetes contra Israel y si Hamás no está dispuesto a deponer las armas y dejar libres a esos rehenes. Y creo que eso es el núcleo de la naturaleza del debate de esta noche”, aseguró el canciller laborista en la sombras.
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