La vimos quemándose la lengua por tomar la sopa demasiado caliente en 2018, cuando la Casa Real consideró que era bueno para la imagen de la Corona española difundir videos de la vida cotidiana de la familia real. Y la volvimos a ver, hace un mes, frunciendo la nariz al probar el champán con el que sus padres, el rey Felipe VI y la reina Letizia, la agasajaron en el brindis con el que celebraron su mayoría de edad.
Fue en el Palacio Real, en Madrid, ante 100 invitados que comieron con cubiertos que pertenecieron a Alfonso XIII y sobre vajilla que supo ser de Juan Carlos I, el rey emérito que se alejó del reino para no empañarlo.
Porque el mismísimo día de Halloween, Leonor de Todos los Santos de Borbón y Ortiz, primogénita y princesa, cumplió los 18 y juró la Constitución española en un Congreso de los Diputados vestido de gala.
La ceremonia, que fue seguida por más de tres millones de españoles por la tele, dio paso a lo que podría suceder si alguna vez Felipe VI dejara de ser rey: desde el 31 de octubre de 2023, la princesa Leonor está en condiciones de suceder a su padre en el trono de la Corona de España.
Sería la monarca número 12 de la dinastía de los Borbones que, en las últimas cinco décadas, fue precedida por Felipe VI -monarca actual- y por Juan Carlos I, hoy rey emérito y vecino ilustre en Abu Dhabi que, luego de cuarenta años de franquismo, encarnó la monarquía parlamentaria que dio paso a la democracia en España.
“Me debo desde hoy a todos los españoles, a quienes serviré en todo momento con respeto y lealtad. No hay mayor orgullo”, dijo Leonor en su discurso el día de su cumpleaños.
“En este día tan importante -que voy a recordar siempre con emoción- les pido que confíen en mí, como yo tengo puesta toda mi confianza en nuestro futuro, en el futuro de España”, agregó la princesa que, además, recibió el collar de la Orden Española de Carlos III, la más alta distinción que un ciudadano español pueda recibir.
El rey se salta todos los protocolos
Durante todo el día, en el Congreso y en las ceremonias posteriores, su padre, el rey, se saltó con mimos todos los protocolos: la abrazó, la besó y hasta le acomodó el cabello, que la princesa llevaba recogido en una cola, para que la distinción recibida no le aplastara el peinado a su nena.
“Su Alteza Real la Princesa de Asturias, doña Leonor de Borbón y Ortiz, es la hija mayor de Sus Majestades los Reyes de España, don Felipe y doña Letizia. Nació en Madrid el 31 de octubre de 2005. Fueron sus padrinos de bautismo sus abuelos paternos, Sus Majestades los Reyes don Juan Carlos y doña Sofía”, señala, con todas las mayúsculas posibles, su biografía oficial en la web de la Casa Real.
“Es la Heredera de la Corona desde la proclamación de su padre como Rey el 19 de junio de 2014. De acuerdo con lo establecido en el art. 57.2. de la Constitución, ostenta desde ese momento la dignidad de Princesa de Asturias, junto con los títulos de Princesa de Girona y Princesa de Viana, correspondientes a los primogénitos del Reino de Castilla, de la Corona de Aragón y del Reino de Navarra, cuya unión formó en el siglo XVI la Monarquía española. Ostenta, asimismo, los títulos de Duquesa de Montblanc, Condesa de Cervera y Señora de Balaguer”, agrega el sitio.
¿Qué come la princesa Leonor?
Hace 18 años, el nacimiento de Leonor, por cesárea y de madrugada, generó debate sobre la sucesión al trono que la Constitución española regula con preferencia por los herederos varones. Pero en 2007, la llegada de la segunda hija de Felipe y Letizia, la infanta Sofía, disipó la elucubraciones.
La futura monarca fue alumna del Colegio Santa María de los Rosales, una escuela privada mixta y religiosa donde la reina Letizia propició cambios en el menú del comedor para que su hija comiera lo más sano posible.
El paladar de Leonor tiene prohibido cualquier bocado de productos procesados, comida chatarra o golosinas. Su estómago de princesa sólo digiere alimentos frescos, a la plancha o hervidos.
El Santa María de los Rosales es uno de los colegios más exclusivos de Aravaca, hoy una zona residencial de Madrid, reconstruida luego de haber quedado hecha añicos durante la guerra civil española.
Desde Aravaca Leonor voló a Gales, donde cursó el bachillerato internacional en el internado británico UWC Atlantic College.
Ahora está en plena formación militar pero, cuando finalice, seguirá, como su padre, la carrera de Derecho.
La princesa toca el violonchelo, adora el deporte ecuestre y le encanta el cine. Es fan del director japonés Akira Kurosawa.
Leonor habla inglés y francés. La diversidad lingüística de la tierra que le tocará reinar la obliga a conocer el catalán, el gallego y el euskera. Dicen, además, que domina nociones de chino y árabe.
Cero privilegios
Algún día, Leonor será reina y jefa de Estado. Por eso, en agosto, comenzó su formación castrense en la Academia Militar de Zaragoza.
La Casa Real se ocupa de aclarar que la princesa no goza ningún beneficio entre los 600 cadetes que ingresaron este año y distribuyó evidencias: las fotos de Leonor en ejercicios de instrucción, como una más y con el apellido de sus padres bordado en el pecho -Borbón Ortiz-, por si no la reconocen a simple vista.
En su formación militar, la princesa pasará por tierra, por agua y por aire. Serán tres años en los que se recibirá de teniente del Ejército de Tierra, alférez de navío de la Armada y teniente del Ejército del Aire.
Redes sociales
A diferencia de otras princesas europeas, como Victoria de Suecia o Amalia de los Países Bajos -hija de Máxima, la reina de Holanda que nació en Argentina-, Leonor no comparte con sus súbditos ninguno de sus pensamientos ni instantes de su vida.
No tiene cuentas propias de Instagram ni TikTok y cada vez que los españoles escuchan su voz es para pronunciar algún discurso oficial.
Sin embargo, millones de ojos la observan desde la cuna y cualquier rastro humano en ella desencadena tsunamis de especulaciones periodísticas.
Desde la manchita roja en un costadito de la nariz -un angioma- que Leonor lucía cuando nació y que, a dios gracias, fue desapareciendo a medida que la princesa crecía, hasta el vacío que el crecimiento tardío de los caninos dejó en su sonrisa durante un tiempo.
El pueblo español celebró y celebra la alineada dentadura con brackets de la heredera al trono en los últimos eventos en los que participó.
Todo importa. Desde si el arito de más que alguna vez se le vio era un piercing o no había perforado la oreja de la princesa a las alusiones del trajecito blanco que se calzó para jurar la Constitución.
La prensa española lo decodificó como un guiño a su madre, que lució un traje del mismo color, de Armani, el día en el que dejó de ser presentadora del noticiero de la televisión pública española para anunciar su compromiso con Felipe, por entonces príncipe de Asturias, en 2003.
¿Quién es el novio de la princesa Leonor?
Se dijo que en Gales Leonor habría conocido el amor. Que se trataría de un chico “moreno, alto, de pelo rizado y con barba” y de doble nacionalidad, brasileña y estadounidense.
“Dicen que este verano a Felipe y Letizia se les ha añadido el ‘boyfriend’ de Leonor, que un gran amigo les ha prestado su barco para que se perdieran por las islas Eolias, partiendo del puerto de Lipari”, dijo la periodista especializada en temas de la familia real Pilar Eyre.
Monarquía sí o no
Según una encuesta publicada esta semana por el periódico online eldiario.es, “la mayoría de los españoles cree que debería convocarse un referéndum para que los ciudadanos se pronuncien sobre si prefieren que España siga siendo o no una monarquía parlamentaria”.
El 44,7 por ciento apoyaría la república. El 43,5 por ciento, la continuidad de la Corona.
“La popularidad de la princesa Leonor se basa en la capacidad que se le intuye de conectar con el mundo real, con las aspiraciones de la gente de su edad”, señaló a la prensa española el catedrático de Historia Contemporánea de la Universidad Complutense de Madrid, Juan Francisco Fuentes.
“Lo mejor es que Leonor gusta y fascina a todas las generaciones. Pero la Casa Real tiene aún retos que superar, y uno de estos retos son, por ejemplo, las redes sociales y las nuevas tecnologías. Una herramienta clave para seguir acercando a Leonor a la Generación Z”, agregó Jesús Reyes, periodista especializado en la Casa Real y autor del libro Leonor: Estilo de una Borbón y Ortiz.
Desde que juró la Constitución, las búsquedas en Google relacionadas con ella aumentaron un 37 por ciento. Decenas de cuentas de Instagram con miles de seguidores la veneran en redes. Ni uno de esos posteos fue hecho por ella.
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