en medio del avance arrollador de Trump, Biden recibe una buena noticia

Buenas noticias para los estadounidenses, pero sobre todo para la campaña de reelección de Joe Biden que lucha este año por vencer a Donald Trump: la economía de Estados Unidos creció en el último trimestre de 2023 un 3,3 % anual –más de lo esperado— y se alejó de los temores de recesión al mostrar un panorama optimista de los consumidores y las empresas en un año electoral crucial.

La esperanza de Biden, que todo indica que repetirá su duelo con el magnate republicano el 5 de noviembre, es que estos números rompan la extraña paradoja que se da en el país: la economía de los Estados Unidos postpandemia marcha bien, mucho mejor que en el resto de las potencias globales, pero los estadounidenses aún no lo perciben de ese modo y culpan al presidente por un mal desempeño en ese rubro clave.

Según difundió la Oficina de Análisis Económico este jueves, el PBI estadounidense creció en los últimos tres meses del año más rápido de lo que muchos expertos habían anticipado, a una tasa anual del 3,3 por ciento, lo que da una tasa anualizada de 2,5% para 2023. Incluso si se mide desde diciembre de 2022 a diciembre de 2023, la cifra da un 3,1 de expansión, un numero que la Casa Blanca festejó.

Esto es una señal de que el gobierno, junto con la política de tasas de la Reserva Federal, lograron reducir la inflación y asegurar un “aterrizaje suave” sin mayores repercusiones para la economía o para los trabajadores, ya que el desempleo aún continúa en niveles bajos, 3,7%.

La inflación cayó rápidamente de un pico de 9,1% anual en junio de 2022 a 3,4% anualizado el mes pasado y hay señales de que sigue bajando: los precios subieron a una tasa anual del 1,7% en los últimos tres meses de 2023, incluso por debajo de la meta a largo plazo de la Fed del 2 por ciento.

“Es difícil imaginar cómo podrían verse mejor las cosas para el aterrizaje suave», dijo Brian Rose, economista senior de UBS a The New York Times. “Mirando hacia atrás el año pasado, la combinación de crecimiento e inflación que tuvimos no fue considerada en el ámbito de lo posible por la mayoría de la gente. Tener un crecimiento tan fuerte, un desempleo tan bajo y que la inflación baje tan rápido, incluso los optimistas no eran tan optimistas”, agregó.

En la recuperación de la economía fue clave el gasto de los consumidores. El mercado laboral se mantuvo sólido y este dato, junto con el aumento de los salarios, hizo posible que muchos ciudadanos siguieran desembolsando sus dólares especialmente en servicios como entretenimiento, viajes y comidas, incluso en un momento de elevada inflación.

El consumo representó la mayor parte del crecimiento de la economía en el cuarto trimestre. El aumento del gasto público, a nivel estatal, local y federal, así como el aumento de las exportaciones y el aumento de las inversiones privadas y residenciales, también apuntalaron el crecimiento de fin de año, según muestra el reporte oficial.

El dato llega a Biden en un momento clave, cuando su rival Trump arrasa en la interna republicana y los sondeos muestran al magnate hoy levemente por delante en las presidenciales de noviembre.

Las cifras de crecimiento son un impulso político para el presidente, ya que todos los años de su mandato el país ha experimentado un crecimiento del PBI, a pesar de algunos trimestres difíciles. La expansión del 3,3% del año pasado supera el crecimiento del PBI en todos los años del mandato del presidente Donald Trump, incluido 2019, cuando la economía creció un 2,95%.

Estados Unidos crece más que Europa y Gran Bretaña, que están al borde de la recesión, mientras que China, la segunda economía más grande del mundo, se recupera aún lentamente al 5,2% con un panorama incierto. En general, se espera que el crecimiento económico en las economías avanzadas se desacelere este año a un 1,4% según el Fondo Monetario Internacional.

Las políticas de Biden ayudaron a la recuperación de la economía el año pasado, sobre todo por financiamiento de proyectos de infraestructura y energías limpias que crearon nuevos empleos y estimularon inversiones privadas por US$640.000 millones.

Sin embargo, el presidente tiene problemas para convencer a los votantes de que la economía mejora porque los estadounidenses parece que aún no tienen la sensación de un progreso en sus bolsillos. De hecho, un 58% de los ciudadanos desaprueba el manejo de la economía por parte de Biden, contra un 37% que lo avala, según un promedio de encuestas de RealClearPolitics. En el manejo de la inflación, un 64,6% está en contra, mientras solo un 32,3% lo aprueba.

Es que el aumento de los precios, sobre todo en productos esenciales como los alimentos, la vivienda y los servicios públicos, enturbia la opinión de los estadounidenses sobre la economía, y la inflación encabeza habitualmente la lista de las mayores preocupaciones de los votantes.

La clave en esta paradoja ha sido la suba de tasas de interés por parte de la Reserva Federal. La Fed las subió agresivamente desde el año pasado en un intento por desacelerar la economía lo suficiente como para reducir la inflación.

Aunque sus esfuerzos están funcionando (los precios han subido un 3,4 por ciento con respecto a hace un año, por debajo de un máximo del 9,1 por ciento en junio de 2022), muchos estadounidenses sienten que los precios están altos (en realidad están más altos que antes de la pandemia) aunque los salarios hayan acompañado.

Pero, si bien la Fed en las últimas revisiones frenó el aumento de las tasas, aún no procedió a bajarlas. En un país donde todo se compra en cuotas (viviendas, autos, muebles, etc), los ciudadanos están atrapados en préstamos difíciles de pagar. La Fed ha dado señales de que este año comenzaría a bajar la tasa y esto contribuiría a mejorar las perspectivas de los ciudadanos, opinan los expertos.

Aun así, hay señales de que los estadounidenses están empezando a sentirse mejor con respecto a la economía a medida que la inflación disminuye. El nivel de confianza del consumidor repuntó en noviembre y diciembre. Sin embargo, no está claro si eso se traducirá en votos para Biden.

El presidente busca aprovechar el momento y ni bien salieron los números la Casa Blanca emitió un comunicado firmado por el presidente-candidato: “Hoy nos enteramos de que la economía de EE.UU. creció un 3,1% durante el año pasado, y también sumó otros 2,7 millones de puestos de trabajo, y la inflación subyacente volvió a bajar hacia el punto de referencia anterior a la pandemia. Como resultado, los salarios, la riqueza y el empleo son más altos ahora que antes de la pandemia. Esas son buenas noticias para las familias y los trabajadores estadounidenses. Son tres años seguidos de crecimiento de la economía desde el centro hacia afuera y de abajo hacia arriba durante mi mandato. Pero nuestro trabajo no ha terminado”.

Y, en un directo mensaje de campaña para su rival Donald Trump, agregó: “No permitiré que los republicanos extremistas repartan regalos masivos a los ricos y a las grandes corporaciones, mientras aumentan los costos y recortan la salud y el gasto social”.