El diario The New York Times titulaba en la mañana de este jueves que en un rincón de Pensilvania se volvía a respirar (con tranquilidad). El miércoles había culminado una cacería humana de película para dar con un asesino fugitivo. El operativo incluyó 500 agentes, un perro «héroe», drones, helicópteros y un avión con un arma infrarroja clave en una persecución entre bosques húmedos, truenos y lluvia al mejor estilo «Rambo».
Los aplausos finales, sin embargo, se los llevó el perro de la policía que valientemente sacó al reo de su escondite después de que un avión de la DEA con una cámara infrarroja lo detectara en el bosque.
El reo en cuestión es Danelo Cavalcante, brasileño de 34 años. Fue finalmente atrapado en una zona boscosa de Pensilvania mientras intentaba alejarse arrastrándose de los agentes que lo habían rodeado.
Más de 500 agentes lo persiguieron después de que escapara el 31 de agosto también de manera poco usual.
Había sido condenado a cadena perpetua el mes pasado por matar a su exnovia delante de sus dos hijos en 2021.
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El femicida Danelo Cavalcante, de origen brasileño, huyó de una prisión de Pensilvania y el momento quedó registrado.
Pero apenas una semana después de ser sentenciado, Cavalcante «caminó como un cangrejo» entre dos paredes y escaló una cerca de alambre de púas para escapar de la prisión del condado de Chester, a unos 50 kilómetros al oeste de Filadelfia, donde había estado esperando ser transferido a una prisión diferente.
La persecución de dos semanas abarcó una gran área del estado y puso nerviosos a los residentes del condado de Chester. Avistamientos anteriores llevaron a la policía a aconsejar a los residentes que cerraran sus puertas con llave y permanecieran adentro.
El feminicida era considerado por la policía una persona peligrosa y había que mantenerse alejado de él.
En una conferencia de prensa el miércoles, el gobernador de Pensilvania, Josh Shapiro, dio la noticia esperada, trayendo alivio: Dijo que Cavalcante fue «detenido sin disparos» poco después de las 08:00 de la mañana.
Atribuyó la captura de Cavalcante al «trabajo extraordinario» de las fuerzas del orden y a «una tremenda ayuda del público».
Búsqueda y hallazgo
Los residentes de los suburbios de Filadelfia (Pensilvania), donde el asesino fugitivo pasó dos semanas escondido en bosques y campos, eludiendo a cientos de agentes de policía involucrados en una búsqueda de alta tecnología, dijeron que finalmente pudieron «abrir las persianas» nuevamente después de que fue capturado, encerrado, detenido por una unidad táctica y sometido por los colmillos de «Yoda», el perro policía.
Una “señal de calor” detectada por un avión policial federal llevó a las autoridades hasta Danelo Cavalcante que dormía con un rifle robado en una zona boscosa a unas 15 millas al norte de la prisión del condado de Chester.
Una alarma antirrobo que se activó poco después de la medianoche centró la atención de los investigadores en el área donde más tarde se encontró a Cavalcante, dijo el teniente coronel George Bivens de la Policía Estatal de Pensilvania. La señal de calor fue captada poco después por un avión de la DEA que estaba ayudando en la búsqueda, y los oficiales se prepararon para entrar.
Un equipo táctico sorprendió a Cavalcante, quien intentó “arrastrarse entre la espesa maleza, llevándose su rifle mientras avanzaba”, dijo Bivens. Entonces, se decidió enviar a Yoda, el perro policía, tras el fugitivo, que vestía un buzo robado de los Philadelphia Eagles, y rápidamente fue detenido.
Durante la búsqueda, el clima también jugó en contra para todos. La policía dijo a los periodistas que un equipo formado por patrullas montadas, perros y aviones se había desplegado sobre los bosques del municipio de South Coventry bajo la lluvia y los truenos.
Una semana después de la búsqueda, la prisión despidió a un oficial penitenciario que había estado apostado en una torre de vigilancia pero no vio a Cavalcante escapar.
Durante los primeros días de la búsqueda, los residentes de una tranquila zona de bosques y tierras de cultivo a aproximadamente una hora en coche de las afueras de Filadelfia se vieron obligados a vivir con una inquietud implacable. Equipos de policías corrieron por los patios traseros en busca de Cavalcante, mientras drones y helicópteros llenaban los cielos.
Cavalcante ya había eludido con éxito la captura. Desapareció en el desierto del norte de Brasil después de que se emitiera una orden de arresto en su contra en relación con un asesinato de 2017.
Robert Russell, de 27 años, vecino de la zona donde lo atraparon, contó al Times que se habían sentido atrapados en su casa desde que vieron a Cavalcante cerca de su casa, dos noches atrás.
Después de la captura, dijo con alivio: «Mi esposa y yo dijimos: ‘Por fin podemos abrir las persianas, dejar entrar la luz, dejar entrar el aire fresco'».
Con información de The New York Times y BBC News
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