Un grupo narco armado tomó por asalto la transmisión en vivo de un canal de televisión en Ecuador, amenazando con pistolas y armas de guerra a quienes estaban al frente de la programación. También hubo episodios violentos en la Universidad de Guayaquil y en locales comerciales.
La situación en la sede del canal de ese ciudad, comenzó cerca de las 14.20 (hora local). Se tornó confusa con súplicas de “no disparen”, mientras los encapuchados gritaban e insultaban. Poco después, se oían gemidos de dolor de una persona tras los disparos.
Encapuchados y con sus rostros tapados, hacían gestos a las cámaras y obligaron a los trabajadores a quedarse en el piso bajo amenaza.
Le colocaron una escopeta en la cabeza a José Luis Calderón, conductor del programa que estaba saliendo al aire. Le obligaron a pedir a cámara que exigiera la salida de la Policía emplazada en los alrededores del edificio.
Mostraron armas y granadas. Uno de los explosivos lo coloraron en el bolsillo del saco del animador televisivo que, con las manos en posición de rezo, replicaba la solicitud a la Policía y también pedía por su vida. También lo pusieron de rodillas, con un revólver apuntándole al cuello. Además, amenazaron con armas automáticas al resto de los rehenes.
«Los delincuentes nos amenazaban como si fuera un show: las dinamitas y granadas… Enseñaban explosivos, así como sus armas largas. Nunca en mi vida había tenido tanto miedo», le dijo la jefa de redacción del noticiero, Alina Manrique, a la agencia AP.
La emisión, caótica y desesperante, duró algo más de 15 minutos antes de cortarse. En la pantalla se observaba inicialmente el set de televisión y luego lo que parecían las instalaciones internas del medio de comunicación.
«Estamos al aire para que sepan que no se juega con la mafia», indicó un sujeto que ingresó al medio.
Según reporta El Universo, los trabajadores dieron aviso de la situación y pidieron auxilio vía Whatsapp. «Ayuda, nos quieren matar», compartió un comunicador para pedir ayuda a la Policía y del ECU911.
El director ejecutivo de TC Televisión, Manuel Ortega, confirmó al Expreso: «Están adentro del canal, se metieron todos aquí».
“Ante el ingreso de delincuentes a las instalaciones de un medio de comunicación en GYE (Guayaquil) nuestras unidades especializadas se encuentran desplegadas en el lugar para atender esta emergencia”, publicó la Policía de Ecuador en su cuenta en X, antes Twitter.
Las fuerzas de seguridad comunicaron cerca de las 16.20, unas dos horas después del inicio, que habían logrado recuperar el edificio tomado. El operativo constó de movimientos en la periferia del canal y francotiradores apostados en puentes y calles aledañas.
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Ocurrió este martes luego de que intrusos irrumpieran en vivo en el canal TC.
«Luego de la intervención de Policía de Ecuador en las instalaciones de TC Televisión, se evacúan a las personas del lugar, a fin de verificar novedades con los trabajadores del medio de comunicación y restablecer el orden», informaron las autoridades.
También compartieron imágenes de detenidos sobre el piso del set de televisión. La Fiscalía confirmó al menos 13 personas apresadas. Serán procesados por terrorismo.
El comandante general de la Policía, César Zapata, adelantó que los detenidos pertenecerían al grupo criminal de «Tiguerones» -uno de los declarados terroristas por Noboa-. En el operativo se incautaron «varias armas de fuego, dos armas largas, dos armas cortas, dos granadas y también un material explosivo, y dos vehículos en los cuales se transportaban estos delincuentes».
Según Guillermo Hidalgo, gerente general de TC Internacional, dos trabajadores resultaron heridos: uno como consecuencia de las patadas que le propinaron, el otro por una bala perdida. En diálogo con TN, Hidalgo aseguró que hubo otros tres detenidos, delincuentes que se habían fugado del canal y que fueron capturados a una cuadra de distancia.
«Los delincuentes, seis de ellos estaban en el set, les dijeron a los policías que se fueran o nos mataban. Yo sólo lloraba del pánico. Al final, los delincuentes al verse acorralados entregaron las armas. Yo abracé al policía. Me dio la mano y me levanté del piso. Los otros delincuentes se fueron a ocultar a otras partes del canal», relató Alina Manrique después del ataque, al que la Fiscalía ya calificó como «terrorismo».
«Me pusieron un arma en la cabeza. He sufrido. Tengo pánico. Pensé en mi vida entera, en mis dos hijos», evaluó la jefa de redacción del canal.
Además del golpe comando a TC Televisión, este martes se registraron otros episodios de violencia en las principales ciudades de Ecuador, en medio de una escalada en el inicio de la presidencia de Daniel Noboa. Se registraron saqueos y la irrupción de intrusos en la Universidad de Guayaquil.
Como respuesta a la escalada de violencia, el presidente Daniel Noboa decretó el estado de conflicto interno armado en Ecuador y encargó a las Fuerzas Armadas que neutralicen a los agresores.
El trasfondo del golpe comando a un canal de televisión en Ecuador
La situación de las últimas horas se produjo en medio de un ambiente de caos y violencia que afectó a buena parte del país, tras la presunta fuga de dos líderes criminales de la cárcel y más de 30 actos de violencia, en menos un día, como explosiones, atentados y secuestros de policías.
El lunes, el gobierno ecuatoriano ordenó un estado de excepción y un toque de queda nocturno de 60 días para responder a una ola de violencia con policías secuestrados, fuga de presos y ataques con explosivos.
Esta ola de violencia se da a poco tiempo de asunción de Daniel Noboa como presidente ecuatoriano, quien tiene como objetivo finalizar el mandato de Guillermo Lasso.
Entre los presos que se fugaron hay dos que se encuentran catalogados como los más peligrosos de Ecuador. Pertenecen a bandas rivales, con vínculos con el narcotráfico, y tienen un extenso prontuario de delitos -entre ellos atentados contra un fiscal y amenazas a un candidato presidencia- e inclusive una fuga en lancha.
Uno de ellos es Fito, Adolfo Macías, jefe de Los Choneros, que no fue encontrado en su celda de la cárcel regional de Guayaquil. El otro es Fabricio Colón Pico, conocido como el Salvaje, líder de Los Lobos.
Colón Pico está señalado por la fiscal general Diana Salazar de preparar un presunto atentado contra su vida. Huyó en plena madrugada de una cárcel de Riobamba, en el centro andino del país.
Había sido detenido apenas el viernes en el marco de una investigación por presunto secuestro, según indicó la policía.
Las fotografías de Pico y de Macías aparecieron en un página conjunta de las fuerzas armadas y la policía ecuatorianas que ofrecen recompensas económicas por información que conduzca a la captura de peligrosos criminales. En esta ocasión no se menciona el monto por cada uno, pero son parte de una publicación de las últimas horas.
Motines, secuestros y atentados: la violencia tiene en vilo a Ecuador
A la medida de emergencia decretada por el gobierno le siguieron por la noche y madrugada más de 30 actos de violencia en la capital y otras ciudades de nueve provincias, además de motines carcelarios, entre ellos en el que se dio el escape de Colón Pico, y el secuestro de al menos cuatro policías en hechos apartes.
Por su parte, la Policía confirmó en la red social X el secuestro de tres policías y la explosión, al amanecer, de la patrulla en que se movilizaban los tres agentes en Quevedo, 140 kilómetros al suroeste de la capital, así como el secuestro de otro miembro de ese cuerpo en la capital del país.
También informó de la detención de varios ciudadanos sospechosos de una de las explosiones registradas en el sur capitalino. Dijo que a los sujetos se les encontró una arma de fuego y 16 tacos de explosivos.
En redes sociales y medios digitales se reportaron la explosión en un puente y el incendio de un vehículo con bombonas de gas en una populosa barriada al sur de Quito, así como una moto incendiada en una población satélite de la capital del país andino. No se informó de personas heridas en esos actos.
De su lado el ministerio de Educación dispuso la suspensión de las clases presenciales y el inicio de las actividades virtuales en los planteles educativos que están cerca de las prisiones estatales.
Con información de agencias
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