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Boca recibió otro duro golpe en Córdoba y Estudiantes le quitó la ilusión de jugar la final de la Copa Argentina


La derrota en el Maracaná y el sueño de la séptima deshecho ante Fluminense. La eliminación de la Copa de la Liga, muy a pesar del triunfo en la Bombonera frente a Newell’s. Y otro golpe muy duro en Córdoba. La caída contra Estudiantes lo dejó sin Copa Argentina, sin la posibilidad latente que tenía de conquistar un título y casi con un pie afuera de la Libertadores 2024. Sí, Boca necesitará de una serie de resultados para ingresar al repechaje del máximo torneo continental. Una ilusión tan difusa como ese bajo nivel que terminó con el ciclo de Jorge Almirón y lo puso en una encrucijada justo a una docena de días de las elecciones internas, ni más ni menos.

Estudiantes aprovechó la superioridad numérica y los horrores defensivos de su pesado adversario. Y se metió en la final de un trofeo nacional después de 78 años. En 1945 ganó la Copa República, justamente, ante Boca. Y ahora espera por San Lorenzo o Defensa y Justicia.

Jugó mejor con diez hombres Boca. Y cuando parecía que el partido sería irremontable por el contexto (1 a 0 abajo y un expulsado), empezó a llegar con peligro al área de Mariano Andújar. Pero necesitó de dos errores no forzados. Sí, Estudiantes pagó caro la torpeza de sus futbolistas en situaciones que ameritaban otra decisión. Y Miguel Merentiel no perdonó.

Lejos estaba el arranque del partido de imaginar aquel final victorioso para Boca en el desenlace del primer tiempo. Porque Estudiantes pegó primero con una jugada que no pierde vigencia: desborde, centro atrás y cabezazo goleador. A partir de una apertura de Fernando Zuqui, se proyectó Leonardo Godoy que superó a Marcelo Saracchi y el envío desde la derecha encontró a Guido Carrillo en inmejorable posición. El atacante metió un martillazo que dejó sin chances a Sergio Romero.

Quedó aturdido Boca, que mostraba capacidad de desequilibrio cuando profundizaba con Luis Advíncula o el propio Saracchi, pero especialmente en el momento que la pelota circulaba por los pies de Valentín Barco.

Y precisamente una acción individual del Colorado derivó en una inadmisible plancha de Saracchi. El pibe gambeteó entre tres, cayó en el área y el uruguayo metió la suela sobre Zuqui. Estaba al lado Yael Falcón Pérez y no dudó en mostrar la tarjeta roja. No había VAR, pero tampoco hacía falta. Hasta el futbolista se retiró rápidamente al vestuario, insultándose a sí mismo por la durísima falta.

Estudiantes lo ganaba, tenía un futbolista más y buscaba aprovechar el desconcierto de Boca. Sin embargo, Francisco Zapiola se demoró frente a Chiquito. Y en la jugada siguiente, cuando parecía que los platenses llegarían por decantación al segundo, Lucas Janson presionó a Zaid Romero y el zaguero central cometió un error de manual: nunca hay que cerrar hacia adentro. En el giro perdió el control y Merentiel, con gran ofalto, aprovechó para meter un disparo rasante que no pudo alcanzar Andújar.

No se hizo notar ese hombre de más en Estudiantes porque atacó con desorden y dejó espacios. Zapiola quedó nuevamente frente a Romero, pero Chiquito tapó abajo. Entonces, se volvió a equivocar atrás. Y Merentiel, una vez más, aprovechó para resolver frente a Andújar. El que se equivocó fue Corcho Rodríguez, que falló en la cobertura de Ezequiel Bullaude y el mendocino habilitó al uruguayo.

Eduardo Domínguez no perdió tiempo y cambió los atacantes. Salieron Carrillo y Zapiola. Ingresaron dos Mauro, Boselli y Méndez. Y en el primer ataque a fondo, encontró el empate a partir de una pelota parada. José Sosa ejecutó el córner corto, rebotó Benedetti, el Príncipe jugó con Zuqui y el volante de gran pegada mandó un centro punzante; la bajó Benjamín Rollheiser y el veterano goleador firmó la Ley del Ex.

Sí, en la primera pelota que tocó, Boselli marcó. Y casi sin pausa, con Boca cada vez más replegado, llegó el tercero. Otro pase frontal, esta vez de Corcho, fue bajado por Rollheiser y de un rechazo de Rojo se produjo una carambola que terminó en un gol en contra de Nicolás Figal, apurado por Boselli.

Herrón metió cambios, pero Cristian Medina y Luca Langoni no entró bien. Todo dependió de Barco. De un tiro libre que tapó Andújar y de centros que nadie alcanzó a conectar. Estudiantes tuvo una claro con Eros Mancuso, pero Chiquito bloqueó con sus guantes.

Y en el final, Boca quedó vencido, con empujes y sin ideas. Casi una imagen recurrente en este 2023 descartable.


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