Cardenales conservadores reclaman al Papa que diga si aceptará el matrimonio gay y la ordenación de mujeres

Los sectores más conservadores de la Iglesia lanzaron fuego graneado contra las posiciones progresistas que lidera el Papa Francisco, haciendo publico dos días antes del crucial Sínodo de los Sínodos de la Iglesia que comenzará el miércoles, ataques que apuntan directamente contra el pontífice argentino.

En forma combinada, a través de numerosos sitios católicos de derecha la batalla que durará hasta el 29 de este mes, cuando concluirá la primera fase del Sínodo que continuará un año después, también en Roma, cinco cardenales tradicionalistas hicieron públicos documentos enviados a Jorge Bergoglio en julio en los que reclaman al Papa que aclare si va a aceptar el matrimonio entre homosexuales y la posibilidad de ordenar mujeres en la Iglesia, dos temas urticantes que afrontará el Sínodo.

A la cita conciliar han sido convocados 365 delegados de las conferencias episcopales de todo el mundo y otros delegados nombrados por el Papa. Más de 400 personas, entre ellos mujeres y laicos, participarán por primera vez de las votaciones.

El Sínodo de los Sínodos tratará todas las cuestiones mas difíciles hoy por las polémicas que desatan en la vida de la Iglesia.

Los cardenales que presentaron las “dubbia” al Papa son todos retirados y famosos conservadores millitantes en posiciones contrarias al pontífice.

El norteamericano Raymond Leo Burge y el alemán Walter Brandmueller ya encabezaron en 2016 la patrulla de cuatro purpurados que presentaron otras “dubbia” en ocasión del Sínodo Mundial de la familia.

Esa vez el tema crítico era la aceptación de que católicos divorciados y vueltos a casar pudieran ser reabsorbidos en la comunidad religiosa, lo que Francisco concretó en su documento final del Sínodo familiar. Algo que le reprochan hasta hoy como una grave violación de la doctrina tradicional.

El Papa no respondió nunca a aquellos dubbia. En cambio se supo que esta vez envió una carta que consideraron totalmente insatisfactoria los cinco cardenales. Además de Burke Branmueller, los otros son el mexicano Juan Sandoval, el guineano Robert Sarrah, es “ministro” en el gobierno del Vaticano, y el chino Joseph Zen Zekiun, legendario ex arzobispo Hong Kong de más de 90 años, que fue encarcelado por el régimen comunista de Beijing.

En su respuesta el Papa, según los cardenales rebeldes, no satisfizo las demandas. Dio respuestas ambiguas y por ellos hace diez días los cinco de las nuevas “dubbia” volvieron a la carga reclamando con mas argumentaciones respuestas concretas y precisas. En definitiva: un sí o un no a las dudas de los protestantes.

Los cinco purpurados sostienen que “tus respuestas no han resuelto nuestras dudas sino que más bien las han profundizado”. Destacan que deben reformularlas porque la situación es urgente. En el inminente Sínodo “muchos quieren utilizarlo para negar la doctrina católica en cuestiones muy serias”.

Los cardenales conservadores señalan que el Papa afirma querer profundizar la comprensión del depósito de la fe. Pero muchos cristianos, “comprendidos pastores y teólogos”, sostienen hoy que los cambios culturales y antropológicos de nuestro tiempo deberían empujar a la Iglesia a enseñar lo contrario de lo que siempre ha enseñado”.

“Esto se refiere a cuestiones esenciales, no secundarias para nuestra salvación, como la confesión de la fe, la observación de las leyes morales y las condiciones para acceder a los sacramentos”.

En una duda recuerdan que el Papa ha dicho que no puede haber confusión entre el matrimonio y otros tipos de unión de naturaleza, por lo que cualquier rito o bendición sacramental de parejas homosexuales debe ser evitada.

Pero los cardenales tradicionalistas creen que las bendiciones de homosexuales (ndr: como es el caso de la Iglesia alemana) cambian las enseñanzas del magisterio ordinario, según el cual cualquier acto sexual fuera del matrimonio, en particular los actos homosexuales, constituye “un pecado objetivamente grave contra la ley de Dios”.

Los cinco cardenales también se preguntan si la presentación del Sínodo no es planteada como representando en comunión con el mapa la Suprema Autoridad de la Iglesia”. Este cuestionamiento de un sospechado cambio en la estructura de los poderes doctrinales o pastorales no está siendo jugado en la asamblea sinodal que se inicia dentro de dos días.

Los “dubbia” ponen en cuestión que la Iglesia pueda enseñar hoy doctrinas contrarias a las que siempre ha predicado en materia de fe y de moral.

También ponen en cuestión su preocupación porque Francisco “ha dicho que se puede profundizar” en el tema de la ordenación sacerdotal de las mujeres, uno de los temas de mas actualidad y dramaticidad, porque ellas, las féminas católicas” representan “la otra mitad del cielo” y llevan muchos siglos de total marginación de participación igualitaria en la gestión de la Iglesia.

En el que pinta como más importante Sínodo de la historia, el Papa ha dispuesto con una decisión revolucionaria que mujeres y hombres admitidos como delegaos voten el documento final.

Ante el crecimiento de los murmullos de los más conservadores, el Papa dijo el sábado que es su deseo que el Sínodo transcurra “sin murmuraciones ideológicas y polarizaciones”.