El incumplimiento de las obligaciones tributarias domina buena parte del escenario fiscal de la Argentina. Un reciente estudio privado calcula que el nivel de evasión del IVA, el impuesto que grava el consumo, llega al 54% y es más marcado en sectores como construcción, agro, minería y servicios.
El Centro de Estudios Tributarios (CET) de la Universidad Austral realizó un informe acerca de la evasión impositiva en el IVA como «proxy» del nivel de economía informal.
En Argentina, el IVA representa el 24% de la recaudación total, por lo que el incumplimiento en el pago de este impuesto puede utilizarse para tener una aproximación a la evasión total. Los autores de este informe, Diego Rivas y Lucio Cardinale, relevaron la brecha recaudatoria en el IVA para 18 países de América Latina desde 1990 hasta 2018.
El promedio de eficiencia en el IVA en la región es de 55%. En 2018 Argentina, con 50% se ubicaba entre los 6 países con peor eficiencia de Latinoamérica, seguido por Colombia, Costa Rica, México, Nicaragua y República Dominicana. Brasil, Uruguay, Chile, Bolivia, Paraguay y Perú son más eficientes que Argentina, aunque en la región no existen países con evasión menor al 20%.
En la Unión Europea los números se invierten. De los 28 países reportados por la Comisión Europea, desde el 2000 hasta el 2020, solo tres naciones tenían una brecha de incumplimiento mayor al 20%: Italia, Rumania y Malta. “Esto contrasta fuertemente con lo observado anteriormente para Latinoamérica, que presenta niveles de evasión mucho más elevados”, indicaron los investigadores del CET.
Los sectores que más evaden
El informe señala que, durante el período 2004-2020, la evasión de IVA en Argentina se ha mantenido en torno al 60%, con un leve descenso en el último año estimado, el 2020, donde se ubicó en el 54%.
“La elevada presión tributaria que enfrenta el sector formal de la economía, con niveles en torno al 30% (similar a los países de la OCDE, pero con una informalidad mucho más alta que aquellos) no colabora a reducir la informalidad”, sostienen los autores.
A esto se suma la complejidad del sistema tributario. «Las elevadas cargas administrativas que se imponen a quienes se introducen en la economía formal resultan un costo muy elevado, difícil de soportar en muchos casos. El objetivo debe ser ampliar la base de tributación, y no seguir incrementando la carga de aquellos que ya se encuentran bajo el radar del Estado”.
La industria es el sector con menor evasión de IVA para todos los años analizados, seguida por el comercio. El agro, la construcción y los servicios se disputan el primer lugar entre los sectores con más incumplidores.
El agro era el de mayor evasión en 2015 y 2016 con tasas de 78% y para 2020 bajó a 57%.
En la construcción, casi no hubo mejoras: pasó de 75% en 2015 a 74% en la última medición. En la minería se dio un fenómeno de crecimiento del incumplimiento: pasó de 52% en 2015 al 62% de 2020.
En el caso de la industria, en el período analizado la evasión bajó del 37% al 31%, mientras en el comercio pasó de 42% a 49% y los servicios se movieron entre 66% y 64%.
“Lejos de ser incriminatorios, los resultados de este trabajo buscan alertar sobre la necesidad de acompañar a determinados sectores en una transición beneficiosa hacia la formalidad. La situación actual que combina alta presión tributaria con elevada informalidad da cuenta de un agotamiento de la política tributaria que adiciona cargas a los sectores formales de la economía y que, lejos de lograr sus objetivos, solo trae como consecuencia mayores incentivos a la informalidad”, concluyen los investigadores del CET.
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