de la alegría por el gol al penal fallado y las lágrimas del final
De la alegría por el gol, con el que cortaba una racha de ocho partidos sin convertir y clasificaba a Boca a la final de la Copa Libertadores, a la desilusión por penal fallado en la tanda, hasta volver a estallar de felicidad cuando Pol Fernández definió la serie. Así de loca fue la noche de Edinson Cavani en el Allianz Parque.
«En los días previos se me pasaron muchas cosas por la cabeza porque son partidos de alto voltaje, se juegan muchas cosas. Pasé de la alegría a las lágrimas cuando me tocó errar el penal, pero lo importante es que nos vamos con el objetivo que era pasar a la final. Eso me deja feliz», dijo el uruguayo en la nota post partido con Diego Monroig, para ESPN.
El delantero uruguayo había mostrado todo su enojo cuando después del partido de ida en la Bombonera le consultaron por sequía goleadora. Se notaba que venía buscando el gol, pero que se le negaba. Y apareció en el momento indicado. A los 23 minutos del primer tiempo, luego de una estupenda escalada de Miguel Merentiel por la izquierda, allí apareció el Matador para definir debajo del arco y poner el 1-0. Lo gritó con todo.
«Venia preparado para este tipo de cosas», declaró el ex futbolista de Napoli, París Saint Germain y Manchester United, entre otros clubes que formaron parte de su brillante trayectoria en el fútbol europeo. Soñaba con emular al Manteca Martínez, su compatriota que marcó una época con la camiseta de Boca en los años noventa, y lo está logrando. Ahora es él quien trae alegrías para los fanáticos boquenses.
No habrá «tejido» del que colgarse, ya que la final será en campo neutral (el 4/11 en el Maracaná de Río de Janeiro), pero la ilusión de ganar la Copa Libertadores es aún más grande y allí apunta todos sus cañones. «Yo sabía desde el primer momento que llegar a este club iba a ser un honor y así lo disfruto. Queda un pasito para lo que pueda ser algo histórico para este club y para nosotros», cerró.
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