La marcha contra el antisemitismo en Francia y la manifestación pro palestina pidiendo “un cese de hostilidades en Gaza” en Londres divide a ambos países y a sus políticos.
En Londres quieren prohibirla y la policía se opone. En Francia, en la marcha contra el antisemitismo estará presente Marine Le Pen, cuyo partido nació como antisemita, más la primera ministra Elizabeth Borne. Pero no irá el líder de la oposición, Jean Luc Mélenchon ni el presidente Emmanuel Macron.
En Londres, la manifestación pro palestina del sábado coincide con las conmemoraciones del día del Armisticio. El primer ministro Rishi Sunak y la ministra del Interior Suella Braverman, que tiene ambiciones de ser premier y escribió un provocador texto contra la policía en The Times este jueves, se oponen a la marcha.
«La policía será responsable»
Sunak y Braverman quieren prohibirla mientras el comisionado de la policía Metropolitana insiste en que se protegerán las conmemoraciones del Armisticio. Pero también el derecho a la libertad de expresión y a manifestarse, sacrosanto en el reino.
La Policía Metropolitana será considerada “responsable” de las marchas pro palestinas el Día del Armisticio después de que la fuerza se negó a prohibirlas, dijo Rishi Sunak.
El primer ministro dijo que la decisión había sido tomada por Sir Mark Rowley, el comisionado de la Policía Metropolitana.
“Ha dicho que puede garantizar que salvaguardemos el Recuerdo del Armisticio para el país este fin de semana y mantengamos al público seguro. Ahora mi trabajo es responsabilizarlo por eso”, dijo Sunak.
Por la libertad de expresión
El primer ministro dijo que se reuniría con Rowley hoy y que le había pedido más información sobre sus planes de protección. El comisionado de la Met se retiró de un evento con el Instituto de Gobierno, que debía tener lugar, esta tarde para poder reunirse con el primer ministro.
“En términos más generales, mi opinión es que estas marchas son irrespetuosas y eso es lo que discutiré con el comisionado de policía más tarde hoy” dijo el primer ministro británico.
Steve Barclay, el secretario de Salud, dijo que habría “discusiones en curso”, después de que Rowley dijera que no se había alcanzado el umbral para una prohibición total, que requería una amenaza de desorden grave.
Rowley no descartó una prohibición como último recurso, en caso de que el riesgo aumentara. Pero Barclay dijo a Times Radio: «Obviamente habrá conversaciones en curso con ellos sobre eso».
Barclay se negó a utilizar las palabras de Suella Braverman, la ministra del Interior, que calificó las protestas pro palestinas de “marchas del odio” y atacó a la policía como “jugando a favoritos”. Sin embargo, dijo a Today en BBC Radio 4 que había personas en esas marchas “que expresaban opiniones extremadamente inapropiadas y ,algunas, muy hirientes”.
“Creo que tenemos que ser muy conscientes de la enorme preocupación, particularmente dentro de la comunidad judía, de la verdadera angustia que ha habido. Pero ese no es el comportamiento de todos los que participan en la marcha” dijo el ministro. Le dijo a Times Radio que calificaría la marcha de “provocativa”.
¿Cuándo se puede prohibir?
La policía británica puede solicitar que se prohíba una procesión pública, en virtud del artículo 13 de la Ley de Orden Público de 1986, si existe riesgo de desorden público grave. Rowley dijo que la Met impondría condiciones estrictas a las marchas, si fuera necesario, para garantizar que los eventos alrededor del Cenotafio estuvieran “completamente protegidos”.
También dejó claro que incluso si se alcanzaba el umbral, no podía prohibir las protestas por completo, ya que la legislación abordaba únicamente las marchas y no impedía reuniones estáticas de decenas de miles de personas.
Rowley había enfrentado una intensa presión política para prohibir la marcha del Día del Armisticio el sábado y Sunak la describió como “provocativa e irrespetuosa”. Braverman había dicho que la quinta semana consecutiva de protestas desde los ataques de Hamas a Israel el 7 de octubre representaba “una marcha del odio».
“No usaría una sola frase para caracterizar a 100.000 personas”, dijo el jefe de la policía metropolitana británica. Agregó que muchos de los asistentes eran pacifistas, que tenían derecho a protestar contra el bombardeo masivo de Gaza por parte de Israel.
Reconoció que había algunos manifestantes que apoyaban a organizaciones terroristas proscritas. Y que había un aumento de la violencia y la criminalidad por parte de pequeños grupos que se unían a las manifestaciones. Pero dijo que no era suficiente pedirle a Braverman que prohibiera la marcha.
Rowley enfatizó la importancia de un “servicio de policía independiente para que , entre el debate, la opinión, la emoción y el conflicto, estemos en el centro, centrados simplemente en la ley y los hechos que tenemos delante”.
Suella y sus ambiciones de premier
Paralelo a la marcha palestina, una fuerte polémica de liderazgo está creciendo entre Rishi Sunak y su ministra del interior, Suella Braverman. Ella escribió un ofensivo artículo en The Times diciendo que las marchas pro palestinas no son un meramente “un grito de socorro por Gaza” pero “una demostración de primacía por ciertos grupos, particularmente islamistas, de la clase de que nosotros estamos más habituados de ver en Irlanda del Norte.
Braverman acusó a la policía de ser “soft” contra los manifestantes de izquierda y “jugar a favoritos”.Comparó la marcha con las marchas sectarias en Irlanda del Norte, sin que el texto fuera aprobado por Downing St.
El texto sorprendió a Downing St y enfureció a los políticos en Irlanda del Norte. No había pedido autorización a Downing St.
La realidad es que Suella Braverman intenta ser echada por Rishi Sunak del gabinete .La razón es clara: ella tiene como objetivo ser la candidata conservadora en las próximas elecciones generales, que podrían celebrarse en mayo próximo en Gran Bretaña. Downing St dijo que Braverman no había pedido autorización para escribir su artículo pero que “continuaba teniendo confianza en ella”.Por ahora. Un golpe de palacio en marcha. Una telenovela que va a continuar ante un cada vez más debilitado Rishi Sunak y una ultra reaccionaria y derechista ministra del interior, que quiere encarnar a los ultras del partido conservador, en unos comicios que hoy los sondeos dan perdedores de los Torys.
En Francia, una unidad difícil
En Francia, la manifestación antisemita no está siendo programada bajo el signo de la unidad y sí en medio de fuertes tensiones políticas y diferencias.
El slogan es “una gran marcha cívica para decir Sí a la República y no al antisemitismo”, ecuménica y consensual, organizada por el presidente del Senado y la presidente de la Asamblea Nacional. . Pero no está resultando fácil su organización y la convivencia entre sus asistentes.
Una marcha conflictiva
Los franceses marcharán el domingo, a la 3 de la tarde, desde la plaza de los Inválidos al palacio de Luxemburgo. Pero todo indica que no habrá “unión nacional” en la marcha.
En Francia viven las comunidades musulmanas y judías más importantes de Europa y hay tensiones. Las marchas pro palestinas han sido mayoritariamente prohibidas, excepto la que organizaron los partidos políticos y sindicatos el fin de semana pasado. Estrellas de David fueron impresas en paredes de todos los barrios de Paris, en un signo de intimidación y anti semitismo.
A la marcha asistirá Marine Le Pen, la líder de Reagrupación Nacional, que quiere reciclar los vestigios antisemitas del Frente Nacional, el partido de su padre y de sus orígenes.
Mélenchon acusa y no va
Jean-Luc Mélenchon, líder de la Francia Insumisa y con su partido en crisis por purgas neostalinistas, se dedica por completo a la cuidadosa creación de un nuevo concepto al que todavía nadie le ha encontrado un nombre. No asistirá a la marcha porque no exigen un alto al fuego.
El martes 7 de noviembre perfeccionó su trabajo en un tuit: «Manifestación dominical del «arco republicano» de la RN a la macronieta de Braun-Pivet. Y bajo el pretexto del antisemitismo, recupera Israel-Palestina sin exigir un alto el fuego. Los amigos que apoyan incondicionalmente la masacre se reúnen» escribió.
¿Existe el antisemitismo? Un invento para expresar apoyo a Netanyahu, para justificar la masacre en Gaza, una maniobra política por lo tanto, parece sugerir Mélenchon.
El 7 de noviembre se concretó el nuevo pensamiento melenchoniano: el antisemitismo insinuante. «El antisionismo da permiso para ser democráticamente antisemita», escribió Vladimir Jankélévitch. Estas son las palabras de Jean-Luc Mélenchon, tercer hombre en las últimas elecciones presidenciales, que se convirtió también en ingeniero del caos.
“No, Mélenchon no es antisemita”, aseguró el ex presidente socialista Francois Hollande.
Se busca una difícil concordancia en esta marcha. Desde los ecologistas hasta los comunistas, los socialistas, los Renacentistas de la Macronia y los conservadores Republicanos estarán en la Marcha. Hasta el ex presidente Nicolás Sarkozy concurrirá.
Pero la izquierda asegura que formará un cordón republicano para no permitir el ingreso de los lepenistas y la extrema derecha. No quieren quedar pegados ni a Marine Le Pen ni a Bardella, el jefe del partido Reagrupación Nacional.
La marcha tratará de superar las diferencias políticas, los partisanismos. No ha sido formulada ninguna invitación oficial. Marchan y se suman todos aquellos que apoyan los valores republicanos.
Quedan cuatro días para resolver las diferencias. Pero en París, el domingo, se sentirá la tensión. Estará lejos de la concordia que busca auspiciar.
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