LocalesNacionalesNoticias

el rol de Irán en el conflicto y la ruptura del acuerdo de Israel con Arabia Saudita

No hay peligro inminente de una guerra nuclear, aclaran por todos lados. Es Irán el que parece más interesado en proclamarlo. Ayer, Hassan Nasrralah, líder del Hezbollah (Partido de Dios), fundado en el Líbano por el régimen iraní y desplegado con sus milicias armadas en la frontera con Israel. Insistió en un esperado discurso en afirmar que el desastroso ataque del 7 de octubre que desató la guerra fue “al 100%” realizado por Hamas.

La declaración de inocencia de Irán, que muchos consideran el verdadero inspirador del conflicto, apuntaba en primer lugar a evitar una reacción israelí-norteamericana que llevara a una amenaza de represalia atómica contra Irán, que en los últimos treinta años fue barajada varias veces como una perspectiva concreta para contener el acceso al poder nuclear del régimen de los ayatolás, que llegó al poder en enero de 1979 y elevó al comando al ayatolá Ruollah Jomeini.

Irán aceptó negociar la garantía de no convertirse en una nación armada con capacidad nuclear, pero las tratativas que incluyeron a EEUU, Rusia, China, Gran Bretaña, Francia y Alemania, dieron vida a un pacto que fue repudiado por EEUU y que sucumbió en 2018 cuando el presidente Donald Trump se retiró de las negociaciones.

Las noticias de que Irán seguía adelante con los planes para darse un poder nuclear, llevó a Israel a planear un audaz y complicado ataque aéreo que comprendía armas con capacidad para destruir los búnkeres y defensas bajo tierra que el régimen de Teherán estaba construyendo.

Irán siempre negó su voluntad de dotarse del arma atómica y del poder de poseer los misiles y la tecnología para lanzarlos, presuntamente contra Israel. Ambos se han mantenido como sus más íntimos enemigos mutuos. Estados Unidos brindado su apoyo a Israel como íntimo aliado.

Aceptando la conclusión de que fue Irán el inspirador concreto del desastre del 7 de octubre que inició la guerra, hasta ahora la conclusión siguiente es que Irán está ganando la guerra sin una baja ni disparar un tiro, en su propósito más amplio y directo: arruinar el Acuerdo de Abraham, que han firmado media docena de países árabes con Israel y el patronato norteamericano.

Estos arreglos representaron una revolución en Medio Oriente y dentro del mundo áraba, el final de las hostilidades hacia el Estado judío.

Un soldado israelí inspecciona una casa dañada por militantes de Hamas en el kibutz Kfar Azza, Israel. Foto APUn soldado israelí inspecciona una casa dañada por militantes de Hamas en el kibutz Kfar Azza, Israel. Foto AP

El gran golpe final estaba por sobrevenir. Arabia Saudita, y otros países del Golfo aceptaron agregarse a la declaración de paz.

Para el Irán de los Ayatolá el golpe era demoledor. La guerra del 7 de octubre fue muy oportuna para sus intereses, un milagro que explica las sospechas de quienes acusan al régimen de Teherán de haberla inspirado.

Los acuerdos de Abraham y la amistad institucionalizada de Israel con Arabia Saudita, el país más importante de la región junto con Egipto, Irán y el mismo Estado judío, han sucumbido con la guerra que hará alumbrar otros equilibrios y dará seguramente más inestabilidad a la región medioriental. No hay que olvidar que EEUU ha ido disminuyendo su presencia, porque ahora es el Asia Pacífico el centro geopolítico que los militares norteamericanos quieren cultivar frente a China y Rusia, en ese orden.

Potencia regional

Irán se coloca como una potencia regional si, como parece, ha decidido postergar sus ambiciones de potencia nuclear para otra oportunidad.. Su rol la contrapone a la alianza Israel-EEUU que cuenta con el mejor paraguas atómico

Teherán ha sabido construir un complejo sistema de alianzas con grupos musulmanes importantes y belicosos en Medio Oriente. En Siria e Irak cuenta con aparatos bélicos importantes, suficientes para afrontar a los norteamericanos, que mantienen varias bases.

Su aliado príncipe son el Hezbollah, que hoy es prácticamente el partido dominante en el Líbano, país que padece una persistente ruina económica. Se estima que cuenta con cien mil militantes armados y ocupa las frontera del sur libanés que se enfrenta con un Israel desplegado con un armamento moderno y decenas de miles de soldados.

Hamas es otro aliado importante pero hay que ver que ocurrirá con la guerra. Están también los Houdí del Yemen, chiítas como Irán, que ocupan la capital Sanaa y combaten contra las fuerzas del gobierno.

Restos de sangre y pertenencias en una casa dañada por militantes de Hamas en el kibutz Kfar Azza. Foto APRestos de sangre y pertenencias en una casa dañada por militantes de Hamas en el kibutz Kfar Azza. Foto AP

En total los grupos son una veintena y combaten en varias áreas mediorientales. Están unidos en el Eje de la Resistencia, una organización fundada por el régimen de Teherán-

Irán es un vasto país de 1,6 millones de kilómetros cuadrados y casi 90 millones de habitantes que basa su presencia armada en los Guardianes de la Revolución, una institución militar, que también juegan un papel decisivo en la hegemonía del régimen de los ayatolá, fuertemente represivo en el plano interno. Las fuerzas armadas convencionales se ocupan de la defensa nacional.

Como potencia regional Irán está desarrollando una vasta estructura militar, cuya punta de lanza son los misiles que ha desarrollado cada vez con mayores niveles de complejidad.

Ultima joya bélica es el misil hipersónico Fattah (que en farsi es uno de los 99 nombres de Dios), que representa un gran salto en la tecnología avanzada. Puede volar a velocidades Mach 12-13, dentro y fuera de la atmósfera, con una alta maniobrabilidad que le ayuda a eludir los sistemas defensivos.

Un experto local afirmó que “Fattah” tiene a capacidad de «penetrar todos los sistemas de misiles de defensa antiaérea y detonarlos”.

Este misil puede moverse dentro y por encima de la atmósfera terrestre, con un alcance de 1400 kilómetros, que pone a tiro a Israel.

Un diario de Teherán destacó que sus últimos misiles “muestran su capacidad de disuasión en los ámbitos económico y político”.

También en los últimos meses presentó el misil Khaibar de cuarta generación, con una cabeza explosiva de mil quinientos kilogramos y un alcance de 2000 kilómetros que le permitiría llegar Israel y a cualquier otro país medioriental.

A la ceremonia asistió el ministro de Defensa, Mohamed Reza Charasi, quién destacó que Irán ha desarrollado estos misiles balísticos en parte como respuesta a las sanciones occidentales, que le impiden acceder a aviones de combate modernos.


Source link

Publicaciones relacionadas

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Botón volver arriba