Aunque la tregua se ha extendido otros dos días, el Ejército israelí sigue entrenando para la ofensiva terrestre dentro de la Franja de Gaza, que ha prometido continuar para cumplir su objetivo de desmantelar a Hamas, y lo hacen en una base militar que recrea con exactitud los barrios y calles del enclave palestino.
Soldados israelíes rodean una vivienda, gritan, se cubren los unos a los otros, lanzan una granada al interior, se hacen señas y entran fusil en mano. Pero no se oyen más ruidos que sus voces: la granada no estalla y sus rifles no disparan. Parece la guerra, pero no lo es.
Es un entrenamiento de las tropas de infantería del Ejército de Israel en el Centro de Entrenamiento de Guerra Urbana, conocido popularmente como “Pequeña Gaza”, construido en 2005 tras la Segunda Intifada.
Dos altos minaretes de una falsa mezquita sobresalen entre las más de 500 estructuras que conforman esta Gaza ficticia, donde hay hasta nueve barrios diferenciados: el centro de la ciudad con edificios altos, un campo de refugiados, una aldea rural, una escuela, un hospital y hasta los túneles que Hamás ha construido en el subsuelo del enclave, uno de los principales objetivos de Israel en esta fase de la guerra.
Campo de entrenamiento
«La mayoría de nuestros soldados están ahora dentro de Gaza, después de haber sido entrenados en esta instalación, no solo en los túneles, sino también en el resto del recinto. Aquí entrenan y estamos perfectamente preparados para continuar con la guerra», explicó a EFE el teniente coronel Mati Shechavch.
Aunque no son nuevos los entrenamientos en esta base militar en Tzeelim, en pleno desierto del Néguev en el sur de Israel; sí se han intensificado desde que Israel le declaró la guerra a Hamas el pasado 7 de octubre a raíz del brutal ataque del grupo islamista en suelo israelí que causó más de 1.200 muertos y 240 secuestrados.
«Antes de la invasión terrestre, cuando ya estábamos en guerra, miles de soldados se entrenaron aquí y los resultados han sido un éxito, como se puede comprobar en el campo de batalla», asevera el teniente coronel sobre la incursión por tierra que Israel emprendió el pasado 27 de octubre, tras veinte días de intensos bombardeos sobre la Franja.
Israel ha centrado los primeros cincuenta días de guerra en desarticular la infraestructura militar de Hamas en la parte norte del enclave, donde ordenaron la evacuación de más de 1 millón de personas al sur y han arrasado con virulencia ciudades enteras como Beit Lahia, Beit Hanun,Yabalia o la ciudad de Gaza, donde asediaron durante días el hospital de Shifa, el mayor de la Franja.
Israel alegó en un principio que en el subsuelo del hospital, Hamás tenía escondido su principal cuartel general. De momento han encontrado varios túneles, parecidos a los que recrean en la «Pequeña Gaza».
Acabar con Hamas y liberar a los rehenes
«Nuestro objetivo primordial ahora mismo y lo ha sido desde que comenzó la guerra, son en realidad dos: traer de vuelta a casa a todos los secuestrados y desmantelar a Hamas. Y seguimos concentrando los esfuerzos en ello. Esta tregua nos ha permitido cumplir en parte nuestra primera misión, traer a algunos rehenes» indicó a EFE una portavoz del Ejército, Fay Goldstein.
Las partes acordaron una tregua que comenzó el pasado viernes, inicialmente durante cuatro días para intercambiar más de 50 rehenes israelíes por 150 prisioneros palestinos -en ambos casos solo mujeres y niños-, aunque anoche pactaron extenderla dos días más para facilitar la liberación de otros 20 secuestrados.
«Traer a los secuestrado ha sido posible por los éxitos militares logrados en los primeros 50 días de guerra. Hemos desmantelado infraestructura militar importante, matado a importantes comandantes del grupo y localizado los túneles debajo del hospital Shifa, y cajas enteras llenas de armas», resume Goldstein sobre los «éxitos militares» israelíes hasta la primera tregua.
Pero, a partir de mañana, si no se vuelve a extender la tregua, parece seguro que Israel retomará con fuerza la ofensiva militar por tierra, mar y aire en la Franja de Gaza, y así lo han prometido sus principales autoridades, desde el primer ministro Benjamín Netanyahu; hasta el ministro de Defensa, Yoac Gallant; o el jefe del Estado Mayor, Herzi Halevi.
«Continuaremos hasta el final, hasta la victoria. Nada nos detendrá. Tenemos el poder, la fuerza, la voluntad y la determinación para lograr todos los objetivos de la guerra, y lo haremos», afirmó Netanyahu el domingo en su primera visita dentro de la Franja.
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