«A mí me han discriminado, pero Estados Unidos no es una nación racista», fue de las tantas frases desopilantes que se escucharon este miércoles, en el segundo debate de los candidatos republicanos con ganas de llegar al a Casa Blanca. Fueron dos horas de gritos, caos, de gente hablando al mismo tiempo, intentando un único objetivo: pegarle al gran ausente y rival de la velada: Donald Trump.
Trump ya había pegado el faltazo con aviso al primer debate en el que casi una decena de candidatos se dedicaron a deshonrarse entre sí. Esta vez fue diferente. Con el ex presidente volando primero en las encuestas, la tarea fue atacarlo.
Le pegaron básicamente por no estar presente.
Trump, en cambio, viajó a Michigan en un intento de sacar provecho a la huelga del sindicato United Auto Workers y de atraer a los obreros sindicalizados en un estado crucial que podría ayudar a decidir la elección general.
Los siete candidatos en el escenario están todos detrás de Trump por un margen significativo en la carrera por la nominación del partido, y sabían que tenían que hacer algo para cambiar la dinámica.
«Había un tufillo de desesperación en el aire en el segundo debate republicano», opinó el corresponsal para América del Norte de la BBC, Anthony Zurcher.
Intentaron hacer desbarrancar al ausente de la noche durante un debate marcado por el caos, que duro dos horas, y en el que a menudo los candidatos intentaban atacar al mismo tiempo, hablando todos a la vez, con los moderadores y, a veces, entre ellos mismos.
«Gracias por hablar mientras interrumpo», retó Vivek Ramaswamy al afroamericano Tim Scott con sarcasmo en lo que fue un revelador desliz freudiano.
Scott, el único afroamericano del grupo, tuvo su momento de la noche cuando enfrento al gobernador de Florida Ron DeSantis sobre sus dichos de que los la esclavitud había servido para enseñar oficios a los esclavos.
«No hay ninguna cualidad redentora en la esclavitud«, dijo Scott, quien -a pesar de este tipo de giros verbales en boca de DeSantis y de admitir que él mismo ha sido discriminado-, dijo que Estados Unidos «no es fundamentalmente una nación racista».
DeSantis VS Trump
El gobernador de la Florida, alguna vez considerado la esperanza republicana y un Trump con cerebro, salió temprano con un ataque contra Trump que indica que puede estar reconsiderando su negativa a enfrentarse frontalmente al expresidente.
«Donald Trump está desaparecido en acción. Debería estar en este escenario esta noche. Les debe a ustedes defender su historial», dijo Ron DeSantis sobre el ex presidente, con al menos tres causas penales en marcha.
El problema para DeSantis, por supuesto, fue que es mucho más difícil asestar golpes a un candidato que está a más de mil kilómetros de distancia.
Los candidatos criticaron a menudo a Trump por iniciativa propia en un intento de distinguirse en un momento crítico cuando apenas quedan cuatro meses para que las asambleas partidarias (caucus) de Iowa den inicio formal al proceso de nominación presidencial.
El exgobernador de Nueva Jersey Chris Christie, quien ha basado su campaña en las críticas a Trump, dijo que el exmandatario “se oculta detrás de los muros de sus clubes de golf y no se presenta aquí a responder preguntas, como el resto de nosotros que estamos acá para dar la cara”.
Incluso Vivek Ramaswamy, un empresario que ha descrito a Trump como “el mejor presidente del siglo XXI”, marcó distancias y dijo que él era su sucesor natural.
“Sí, respetaré a Donald Trump y su legado porque es lo correcto”, dijo. “Pero uniremos a este país para llevar al siguiente nivel el proyecto Estados Unidos Primero. Y será otra generación quien lo haga”.
Las burlas de Trump
Desde Detroit, se burló de los candidatos que en ese momento debatían para el deleite del publico que respondió con un abucheo redondo.
Mientra tanto, sus rivales hicieron todo lo que pudieron para cambiar el rumbo de los acontecimientos.
“Donald, sé que estás viendo. No lo podés evitar”, dijo Christie. “Estás evadiendo estas cosas”.
«No estás acá esta noche porque tienes miedo de defender tu historial. Te estás escondiendo (usó la palabra ducking, de pato en inglés). Te vamos a llamar Pato Donald», dijo Christie
El exvicepresidente Mike Pence se refirió de forma desdeñosa a Trump como “mi excompañero de fórmula”.
Nikki Haley, exgobernadora de Carolina del Sur y exembajadora ante Naciones Unidas, atrajo grandes multitudes y nuevo interés después de su desempeño en el primer debate. Tal como lo hizo en Milwaukee, intentó buscar una pelea con Ramaswamy por su uso de TikTok, una plataforma de redes sociales de propiedad china a la que muchos republicanos tachan de posible herramienta de espionaje de Beijing.
“Sinceramente, cada vez que te escucho me siento un poco más tonta por lo que dices”,le dijo Haley.
La ubicación del debate era relevante, dado que Reagan es un símbolo republicano cuyas palabras y momentos decisivos aún influyen en la política del partido a día de hoy.
La figura de Reagan
Pero Trump ha transformado el partido y lo ha alejado de Reagan. En su mayoría, los participantes del segundo debate fueron respetuosos con lo que defendía Reagan, pero tampoco se distanciaron mucho de las posiciones políticas fundamentales de Trump.
Los demócratas, por su parte, alegaron que el debate no importaba. Biden estaba en California en ese momento, en un acto de recaudación de campaña en la zona de San Francisco para su campaña de reelección, que por el momento parece que repetirá el duelo con Trump.
El gobernador de California, Gavin Newsom, estaba en Simi Valley en representación de la campaña de Biden y haciendo declaraciones sobre el debate, que calificó como una competencia menor.
La noche de debate concluyó cuando los moderadores señalaron que era improbable que un frente dividido pudiera detener a Trump, pero a continuación pidieron a los candidatos que dijeran a quién votarían para salir de la isla, una aparente referencia al reality show “Survivor”. El juego no avanzó mucho una vez DeSantis dijo que era insultante. Tal vez, la moderadora que hizo la pregunta debería abandonar la zona.
Con información de Associated Press y BBC News
Source link