El 24 de mayo de 2014 un yihadista asesinó a tres personas en el Museo Judío de Bruselas. Los gobiernos europeos no quieren que vuelva a suceder algo similar, pero el ataque de Hamas sobre Israel y la respuesta israelí hacen temer a las capitales europeas un repunte de la tensión y de la amenaza yihadista sobre lugares judíos como colegios, sinagogas o centros culturales.
La mayor parte de los gobiernos europeos están anunciando desde el sábado el refuerzo de las medidas de seguridad en esos lugares, con presencia policial reforzada y vigilancia constante. Se teme en general un aumento de actos antisemitas. También se reforzó la protección de las embajadas de Israel ante la Unión Europea y en la mayoría de las capitales europeas.
El gobierno belga, que recuerda aquel atentado de 2014, es uno de los que ha anunciado más medidas nuevas. Además de aumentar la protección de lugares de culto, culturales y escolares, también hay presencia policial ante otros locales, como tiendas de combustibles o restaurantes judíos. En Amberes, donde vive una de las comunidades judías más grandes de Europa, la vigilancia se aumentó en sus barrios, donde también se concentra el mayor mercado mundial de diamantes.
El «Comité de Coordination des Organisations Juives de Belgique» y su hermano flamenco «Forum voor Joodse Organisaties» convocaron para la tarde este lunes una concentración ante la Embajada de Israel en Bruselas para mostrar su apoyo a Israel.
El Ministerio del Interior francés anunció el sábado que los prefectos (autoridades civiles regionales) tienen la orden de reforzar la seguridad de todos los locales de las comunidades judías pero que no ha habido hasta ahora amenazas concretas. En Francia hay bronca porque la izquierda política, además de condenar los ataques de Hamás, pidió en el mismo comunicado “el fin de la colonización”.
El ministro del Interior francés, Gerald Darmanin, dijo que la prioridad es la protección de las sinagogas y que el gobierno estudia qué “dificultades podría haber en territorio nacional”.
La Policía británica vigila los centros judíos en Londres y espera que en los próximos días haya manifestaciones de comunidades palestinas, por lo que debe evitar eventuales choques, aunque asegura que respetará el derecho de manifestación. Se han creado “patrullas de seguridad” para vigilar los centros judíos.
Ese derecho a la manifestación se respetará, advirtió el Ministerio del Interior, mientras no haya antisemitismo ni glorificación del terrorismo. La ministra Suella Braverman pidió a Scotland Yard que use “toda la fuerza de la ley” para impedirlo.
La Policía local de Berlín también incrementó, cuenta la cadena de televisión pública ARD, “las medidas de protección para las instituciones judías y del Estado israelí”. Las autoridades prometieron que harán todo lo posible para que en sus calles no haya ni violencia, ni disturbios ni discursos de odio”.
El aeropuerto de Hamburgo vivió esta mañana una amenaza de seguridad. Un avión que llegaba desde Teherán aterrizó a las 12:20. Poco antes, la Policía de la ciudad había recibido un mensaje que anunciaba un posible atentado. Los 198 pasajeros fueron evacuados y el avión revisado a fondo sin encontrar nada, pero durante horas ningún otro vuelo aterrizó o despegó desde el norteño aeropuerto germano. Precisamente en Hamburgo se reúnen hoy y mañana los gobiernos alemán y francés al completo.
Los gobiernos italiano, suizo, español, portugués, holandés y así todos en los que hay comunidades judías, aunque sean muy pequeñas, fueron anunciando durante el fin de semana el refuerzo de las medidas de protección para sinagogas, escuelas, embajadas y otros centros de las comunidades judías y de la diplomacia israelí.
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