El grupo shiíta libanés Hezbollah anunció este sábado que lanzó 62 proyectiles contra uno de los principales centros de inteligencia en el norte de Israel, en su primera respuesta al asesinato del número dos del movimiento islamista palestino Hamas, Saleh al Arouri, este martes en las afueras de Beirut.
A las 8.10, hora local, combatientes de la formación armada dispararon decenas de proyectiles «de varios tipos» contra la Base de Vigilancia Aérea de Meron, uno de tan solo dos centros con esas características en el Estado judío, informó Hezbollah en un comunicado.
Según la nota, las instalaciones atacadas se ubican en la cima de la montaña «más alta de la Palestina ocupada» -otro pico mayor en manos israelíes pertenece al Golán arrebatado a Siria- y son las únicas destinadas a la «administración, vigilancia y control aéreo» en el norte de Israel.
«No hay ninguna alternativa importante a la Base de Meron», afirmó Hezbullah, al explicar que el Estado hebreo solo cuenta con otro centro similar en el sur del país.
El Ejército israelí confirmó la ofensiva contra su base militar, tras constatar al menos 40 cohetes en vuelo, la mayoría interceptados, y no informó de víctimas.
El lanzamiento masivo de cohetes activó las alertas en unas 90 comunidades del norte del país, pero las Fuerzas de Defensa de Israel afirmaron que solamente la base ubicada en el monte Meron fue tomada como blanco, de acuerdo al medio local Times of Israel.
Los militares israelíes dijeron que realizaron un contraataque que habría alcanzado «una célula terrorista responsable de los lanzamientos».
Represalia
El lanzamiento de este sábado es una respuesta a un bombardeo atribuido a Israel que el pasado martes acabó con la vida de Al Arouri y otras seis personas en los suburbios meridionales de Beirut, un importante bastión del movimiento shiíta que no había sido atacado desde su guerra de 2006 con Israel.
La frontera entre Israel y Líbano también se convirtió en escenario de conflicto, pero el asesinato de Arouri hace temer una escalada.
Este viernes, mismo, el secretario general de Hezbollah, Hassan Nasrallah, había alertado de que el asesinato de su «hermano y amigo» de Hamas «no pasaría sin respuesta» y había advertido que «definitivamente se acercaban» represalias por el bombardeo, del que Israel no ha asumido la autoría oficialmente.
«No guardaremos silencio ante una violación de este nivel, porque eso significaría que todo el Líbano quedaría expuesto. Todas las ciudades, los pueblos, las figuras estarían expuestos», había dicho el clérigo shiíta en un discurso.
La formación libanesa y las fuerzas israelíes están enzarzadas en intenso fuego cruzado a través de la frontera entre ambos países desde el pasado 8 de octubre, mientras que el ataque de esta semana en los suburbios de Beirut ha elevado los miedos a una mayor escalada.
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