¿Huyen de la inflación? Cómo es el boom de actores argentinos que copó los estrenos teatrales en Madrid

La conexión artística en ambas direcciones entre España y Argentina no es una novedad, y el comienzo de la temporada teatral en Madrid lo confirma con un «boom» de intérpretes argentinos que protagonizan algunos de los estrenos más esperados como El fantasma de la ópera o Rabia.

A Gerónimo Rauch y Claudio Tolcachir les acompaña una de las grandes damas del teatro argentino, Marilú Marini, que actúa por primera vez en Madrid en la obra El corazón del daño.

También Lucía Ambrosini, protagonista de Una rubia muy legal, y Agustín Argüello en El rey León, lo que demuestra la existencia de un vínculo creativo que se fortalece.

Claudio Tolcachir regresó a la interpretación en España, tras 16 años dedicado a la dirección, con Rabia, una adaptación de la novela del argentino Sergio Bizzio, bajo la dirección de Lautaro Perotti, que se representa en el teatro La Abadía. Ambos son cofundadores de la compañía independiente Timbre4, que nació en la capital argentina.

«No tengo respuesta de por qué se ha dado esta coincidencia en este momento en particular», comentó a la agencia EFE Tolcachir, que desde 2007 realiza una o dos veces al año producciones con elencos tanto españoles como argentinos.

Su viaje se inició por la curiosidad de hacer proyectos fuera de Argentina y «aquí sentí las puertas abiertas, respeto y cariño desde la primera vez que puse un pie», argumenta.

El actor matiza que «es distinto tener que irse, que elegir abrir fronteras», y recuerda que, en este ir y venir de intérpretes de un lado a otro del Atlántico, no hace mucho los españoles Imanol Arias, Juan Diego Botto o José Sacristán formaban parte de la cartelera teatral de Buenos Aires.

Afincado desde hace dos años en Madrid, «de alguna manera es el resultado de todo lo anterior», dice de una conexión cada vez mayor con la ciudad y el país, sin que ello implique una ausencia personal y creativa del suyo propio con las propuestas de Timbre4, compañía que tiene un acuerdos de colaboración en España, Perú, Uruguay y Brasil.

«Me interesa mucho ahondar en ese diálogo, ser puente. Amo a mi país y tengo mucha suerte de vivir en este país adoptado», asegura Tolcachir, que quiere remarcar su deseo de abrirse al mundo, de aprovechar experiencias «y la idea es expandirse para que la familia (profesional) siga creciendo».

«El arte no tiene fronteras y uno intenta llevar el suyo adonde lo quieran ver, escuchar o sentir», remarca Gerónimo Rauch, que ha formado parte del elenco de Los miserables y El médico, y desde hace pocos días encarna al protagonista de uno de los estrenos musicales más esperados de la temporada: El fantasma de la Ópera, un personaje que ya interpretó en el West End de Londres.

Reconoce que desarrollar una carrera en el teatro musical de su país no es fácil, «porque Argentina pasa por una situación difícil y Madrid ofrece oportunidades enormes«; no en vano también los actores argentinos Guido Balzaretti, Omar Calicchio y Ezequiel Salman forman parte de El fantasma de la ópera, además del director musical, Julio Awad.

«España nos quiere, nos trata bien» y como contrapartida «invertimos en nuevos proyectos para devolver y agradecer la acogida», apunta el también productor e intérprete de Los puentes de Madison.

«La tierra tira, pero el desafío de los artistas es tratar de salir de nuestras zona de comfort», admite este actor que confiesa que se siente también madrileño, una ciudad en la que vive desde 2007.

Lucía Ambrosini, actriz, cantante y bailarina con una larga trayectoria en el mundo de la televisión, la música y el teatro, ha participado en musicales y ahora en el teatro La Latina es la protagonista de Una rubia muy legal.

Afincada desde hace diez años en España, asegura que en Argentina existe mucha cultura de teatro musical, «con muy buenas escuelas y gente muy preparada en las tres disciplinas».

El hecho de que Madrid sea la tercera capital del mundo en musicales en la cartelera «genera mucha oferta laboral», el idioma común y una cultura similar, hace que sea «un destino por el que muchos argentinos apuestan», apunta la actriz.