La que fuera la vía más transitada de Gaza se ha convertido en una aterradora ruta de escape para los civiles palestinos que huyen de los combates a pie o en carretas tiradas por burros. En su camino hacia el sur, los que corrían para salvar su vida dijeron que levantaban las manos y agitaban banderas blancas para pasar junto a los tanques israelíes a lo largo de la carretera de cuatro carriles.
Algunos contaron que los soldados israelíes les dispararon y que pasaron junto a cadáveres esparcidos por la ruta.
Muchos escaparon con lo puesto. Una mujer, cubierta de pies a cabeza con un velo y una túnica negros, acunaba a un niño pequeño y se aferraba a un bolso negro. Un hombre caminaba junto a un carro tirado por un burro que transportaba a su familia. Estaba repleto de colchones.
En el norte de la Franja de Gaza, las fuerzas terrestres israelíes, respaldadas por incesantes ataques aéreos, rodean la ciudad de Gaza, base del poder de Hamas, desde el fin de semana. Cortaron la franja por la mitad e intentaron expulsar a los palestinos del norte de Gaza conforme avanzaban las tropas.
Desde el principio de la guerra, que ya ha entrado en su segundo mes, el ejército insta a los civiles a desplazarse hacia el sur, incluso anunciando breves ventanas para lo que, según dijo, sería un paso seguro a través Salah al-Din, que atraviesa el centro del enclave asediado.
Pero decenas de miles de civiles permanecen en el norte, muchos refugiados en hospitales o instalaciones de las Naciones Unidas.
Los que se han quedado dicen que los disuade el hacinamiento en el sur, además de la reducción del suministro de agua y alimentos, y los continuos ataques aéreos israelíes en lo que se supone que son zonas seguras. Algunos dijeron que el miedo al traicionero viaje hacia el sur, a raíz de los informes de otros viajeros sobre haber sido atacados, los hizo dudar inicialmente.
«Corredores de la muerte»
El lunes, el portavoz del Ministerio de Salud en Gaza, Ashraf al-Qidra, descalificó las ofertas israelíes de paso seguro como «nada más que corredores de la muerte». Afirmó que la carretera lleva días llena de cadáveres y pidió que el Comité Internacional de la Cruz Roja acompañe a las ambulancias locales para recoger a los muertos.
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Localizaron y destruyeron túneles de Hamas en zonas civiles y residenciales.
El ejército israelí declaró que, en un momento dado, las tropas fueron atacadas por Hamas cuando intentaban abrir temporalmente la carretera a los civiles. El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, se hizo eco de las declaraciones del ejército en una entrevista con ABC News emitida a última hora del lunes.
«Estamos luchando contra un enemigo que es particularmente brutal. Utilizan a sus civiles como escudos humanos y, mientras pedimos a la población civil palestina que abandone la zona de guerra, ellos se lo impiden a punta de pistola», declaró Netanyahu.
Esas declaraciones no pudieron verificarse de forma independiente.
Durante las cuatro horas que duró la evacuación del domingo, salieron menos de 2.000 personas, seguidas de unas 5.000 el lunes, según los observadores de la ONU.
Algunas de ellas procedían de la ciudad de Gaza y del campo de refugiados adyacente de Shati, que huyeron el lunes tras los intensos bombardeos israelíes durante la noche.
«Anoche todo fue muy difícil», dijo Amal, una joven que no quiso dar su apellido por motivos de seguridad. Formaba parte de un grupo de 17 personas que emprendieron el viaje el lunes. Dijo que los tanques dispararon cerca del grupo. Los soldados ordenaron entonces a todos que levantaran las manos y las banderas blancas antes de permitirles el paso.
Nour Naji Abu Nasser, de 27 años, llegó el domingo a Khan Younis, en el sur de Gaza. Describió un viaje aterrador que duró horas.
«Dispararon contra la arena que nos rodeaba. Querían asustarnos«, dijo, y añadió que vio cadáveres tendidos a lo largo de la carretera en las afueras de la ciudad de Gaza.
Una vez que los que huían del norte llegaron a la zona de evacuación, los residentes del campo de refugiados de Bureij, junto a la carretera, ofrecieron agua -un recurso escaso en Gaza en tiempos de guerra- a los evacuados.
La guerra, que lleva cuatro semanas, ha desplazado a cerca de 1,5 millones de personas en toda Gaza, según cifras de la ONU.
El ejército israelí dijo que miles de personas acataron sus órdenes de desplazarse hacia el sur, pero los observadores humanitarios de la ONU informaron que miles de evacuados regresaron a sus hogares en el norte debido a los bombardeos continuos en toda Gaza y a la falta de refugios en el sur.
La agencia de la ONU para los refugiados palestinos sostiene que más de 530.000 personas están refugiadas en sus instalaciones del sur de Gaza y que ahora no puede acoger a los recién llegados. Muchos desplazados buscan seguridad durmiendo en las calles cercanas a los refugios de la ONU, según la agencia.
Con información de Wafaa Shurafa, Samy Magdy y Kareem Chehayeb, Associated Press
Traducción: Elisa Carnelli
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