La guerra en Gaza contra el grupo terrorista Hamas entró este martes en su 32 jornada con la luz verde de Israel a breves pausas humanitarias tras una nueva presión de EE.UU., y el anuncio de que nunca cederá el control de la seguridad de la Franja
«Israel tendrá, por una duración indeterminada, indefinida, la responsabilidad global de la seguridad» en la Franja, dijo el premier Benjamín Netanyahu en declaraciones a un programa de la cadena ABC de EE.UU. en el cual por primera vez dio luz verde a pequeñas pausas en el conflicto tras una nueva presión de la Casa Blanca .
«Desde que no tenemos responsabilidad en materia de seguridad, asistimos a la erupción del terror de Hamas a una escala que no podíamos imaginar», sostuvo para defender su planteo del control del territorio
En esas declaraciones negó toda posibilidad de un cese del fuego como le reclamó nuevamente el secretario general de las Naciones Unidas, António Guterres, que consideró «un cementerio de niños” a la Franja. Pero el mandatario se mostró abierto a «pequeñas pausas tácticas, una hora aquí y una hora allí. Las hemos tenido antes. Comprobaremos las circunstancias para permitir la entrada de mercancías, mercancías humanitarias «, remarcó con limitado entusiasmo.
Netanyahu habló después de una nueva petición directa del presidente de EE.UU., Joe Biden en una conversación telefónica. Esa presión se origina en las dificultades que enfrenta la Casa Blanca para lidiar con una de las crisis de política exterior definitorias de la actual administración, con un aluvión de protestas en el mundo por la estrategia militar de arrasamiento elegida por el gobierno israelí.
Bombas de precisión
Biden pidió esos recesos así como el ingreso más fluido de ayuda humanitaria al enclave donde se hacinan más de dos millones de personas. «Consideramos que estamos en el principio de esta conversación, no al final de ella”, dijo el vocero del Consejo de Seguridad Nacional, John Kirby, refiriéndose al diálogo entre los dos mandatarios. “Seguiremos abogando para que haya pausas temporales en los combates, limitadas a un área en particular”.
Al mismo tiempo se anunció que EE.UU. enviará 320 millones de dólares en bombas de precisión a Israel. Las armas habían sido solicitadas por este país antes de la actual guerra. Washington ha enviado numerosos aviones con municiones entre otras ayudas y desplegó dos portaviones en la región con sus flotas de refuerzos y un submarino de propulsión nuclear armado con misiles.
Los comentarios del premier sobre el control de la seguridad futura de Gaza no son nuevos. Estaban sugeridos como parte de un eventual esquema que permitiría el regreso al poder de la Franja por parte de la Autoridad Palestina. Que fue desplazada en un golpe en 2007 por la organización ultraislàmica Hamas que repudia a ese Ejecutivo laico por reconocer la existencia de Israel y mantener fluido diálogo con EE.UU.
La cuestión sobre el futuro de la Franja es polémica aquí. Los diarios enfatizaron este martes la declaración de Netanyahu con el eje en la seguridad del enclave para impedir el rearme de Hamas si es reducido a la inoperancia, pero el portal del Yediot Aharonot, el más importante de Israel, en su principal titular tradujo los comentarios del primer ministro como un anuncio de que Israel “gobernará Gaza por un tiempo indefinido”.
Recién en el subtitulo remarca “la responsabilidad de la seguridad” que había señalado el mandatario cuando al ser repreguntado sobre quién debe gobernar Gaza una vez que finalice la guerra, respondió: «Aquellos que no quieran seguir el camino de Hamas».
No es una interpretación necesariamente fallida. Es conocido que durante la extensa presencia del líder conservador en el poder hubo una estrategia consistente para bloquear la solución de dos Estados defendida por los aliados de Israel en el Norte mundial.
La actual alianza con la cual Netanyahu regresó al poder a fines del año pasado, es la más ultraderechista de la historia con socios de pequeños partidos racistas que aspiran a colonizar la Franja y expulsar a los palestinos tanto de ahí como de la Cisjordania ocupada.
En sus declaraciones el primer ministro repudió previsiblemente a Hamas y remarcó la peligrosidad de esa organización fanática que el 7 de octubre pasado ingreso en una veintena de kibutz del sur de Israel, la zona más pro palestina y socialdemócrata del país, y vejó y mató en pocas horas a más de 1.400 civiles desarmados, incluyendo ancianos y niños. Secuestró ademas a 242 personas que pretende usar para un canje de prisioneros.
No a un cese del fuego total
«No habrá un alto el fuego, un alto el fuego general, en Gaza hasta la liberación de nuestros rehenes«, sostuvo el premier. EE.UU. coincide en esa posición. El canciller Antony Blinken aclaró a los jerarcas árabes con quienes se reunió en una exensa gira por la región, que lo llevó también a Turquía, que un alto el fuego permitiría a Hamas rearmarse y repetir los ataques del 7 de octubre.
En los comentarios del mandatario israelí no hubo autocríticas sobre las fallas de seguridad que permitieron ese sorpresivo asalto y tampoco respecto a la doctrina que el dirigente conservador ha defendido estos años de mantener “vivito y coleando” al grupo Hamas como le endilga el influyente ex premier Ehud Barak. El propósito de esa estrategia era mantener dividido el campo palestino y bloquear la solución estatal.
Esa distorsión regresó nuevamente este martes a diarios como el liberal Haaretz. “Desde que asumió el cargo de primer ministro por segunda vez en 2009, Netanyahu desarrolló y promovió una doctrina política destructiva y retorcida que sostenía que fortalecer a Hamas a expensas de la Autoridad Palestina sería bueno para Israel”, le señala ese medio en un titular de su portal de internet.
En medio de datos de espanto sobre las consecuencias de los bombardeos y del fuego de artillería sobre Gaza, el primer ministro puso en duda las cifras de bajas que consignan las estructuras sanitarias del territorio que están bajo control de Hamas. Las últimas cifras indican que suman más de diez mil las víctimas fatales, entre ellos miles de niños. El premier dijo que esos datos “no incluyen a miles de combatientes“ de la organización que fueron eliminados por las tropas y los bombardeos israelíes.
En el escenario de la guerra, entre tanto, se espera que de modo inminente las tropas que ingresaron con tres columnas al territorio, comiencen la invasión a Ciudad de Gaza, la capital de la Franja que antes de la guerra tenía 600 mil habitantes, parte de los cuales aún están allí porque no han podido irse, retenidos por Hamas o porque no tienen dónde dirigirse.
Es el capítulo más grave y complejo de esta guerra debido a las características laberínticas de la ciudad, el control de los espacios altos por parte de las milicias fundamentalistas y especialmente la red de túneles que les permite hacer asaltos de tipo guerrillero, golpeando y retirándose por esos reductos
El estado mayor militar describió la situación de la Franja con el territorio partido en dos partes, una Gaza del norte y otra del sur, según un vocero del Estado mayor. Israel ha reclamado que los pobladores de la Franja evacuen el area norte donde se supone que están los principales comandos del grupo terrorista, en su mayoría bajo tierra.
Hospitales en riesgo
Hay ahí también un puñado de hospitales, incluido el de Al Shifa, el mayor de la Franja ubicado en el corazón de la ciudad. Tienen enorme cantidad de pacientes que no ha sido posible trasladar debido a la precariedad total que ha generado el conflicto. Según Israel las estructuras de mando de la banda terrorista están precisamente debajo de esos edificios hospitalarios.
“Si los civiles gazatíes fueran hacia el sur, los soldados estarían menos limitados para actuar”, afirmó el ejército el lunes. «Entonces podremos desmantelar a Hamas, bastión tras bastión, batallón tras batallón, hasta que logremos el objetivo final, que es liberar a toda la Franja de Gaza, de Hamas», dijo un portavoz.
Pero los bombardeos y la artillería también golpean el sur del territorio como sucedió este martes en Khan Yunis «No recibimos ningún tipo de aviso y de repente fuimos sorprendidos por misiles que caían sobre nuestras cabezas, sin pausa», dijo Saad Abou Sariya, un refugiado citado por reporteros de AFP en el sur de la Franja.
El paso de Rafah que conecta con Egipto también recibe bombardeos esporádicos en sus cercanías. En esa zona se hacinan los gazatíes que enfrentan problemas acuciantes de alimentación, agua potable y sanidad.
El Cairo ha rechazo peticiones para que esas masas ingresen a su país, lo que considera una maniobra para un éxodo sin retorno de la Franja. Hay documentación que se ha publicado aquí, además de declaraciones de dirigentes políticos, que defienden la alternativa de que Egipto reciba a los gazatíes y los aloje en campamentos en la Península de Sinai.
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