Las más peligrosas infiltraciones terroristas en Europa vienen del Este, por donde pasa el llamado Corredor Balcánico. Los servicios secretos y la policía de Italia han reclamado con insistencia poner bajo estricto control este camino privilegiado de los terroristas, “sin nombre ni un rostro, fantasmas muy difíciles de interceptar para la Inteligencia y la Prevención”, aseguran fuentes del gobierno de Roma.
De allí que la primer ministro Giorgia Meloni firmó la decisión oficial de suspender el Tratado de Schengen de libre circulación estableciendo rígidos controles por diez días en la frontera con Eslovenia, renovables hasta dentro de seis meses, al menos.
Un 007 italiano contó al diario “La Repubblica” esta paradoja: “Tenemos las fotos y las huellas digitales de los que llegan desde África, pero lo mismo no sucede con los que arriban a Italia desde el Este”.
El problema es que los controles deberían ser realizados por Grecia, Hungría o Eslovaquia porque Italia no es el primer país de arribo, lo que ha fomentado el riesgo del Corredor Balcánico, «porque por Grecia, Hungría y Eslovaquia, entran los que vienen por los Balcanes”.
Individuos solos, silenciosos y radicalizados
El decreto de este jueves en Italia, en un ambiente europeo lleno de prevenciones por las acciones terroristas que pueden estar en marcha a raíz de la guerra en Gaza (que está haciendo explotar una crisis internacional de tintes muy serios), apuntan sobre todo hacia los terroristas individuales, silenciosos y radicalizados por los grupos islamistas más extremistas, que aplican como arma príncipe su acción muchas veces suicida para imponer su causa.
Todos los organismos de inteligencia de las fuerzas militares y de policía italianas se reunieron para diseñar una estrategia que comienza con el cierre de la frontera con Eslovenia y el contraste al Corredor Balcánico como punto de tránsito principal del también llamado “polvorín balcánico”.
Los Servicios de Inteligencia italianos señalaron que por la frontera italo-eslovena transitan grupos de indios, afganos y nepaleses un creciente número de sujetos del norte de África, pero también de europeos del Este.
Policías italianos patrullan las calles de Milán. Foto: EFE Ya ha sido expulsado un buen número de tunecinos que habían tenido su trabajo de radicalización.
En los últimos meses, según los Servicios de Inteligencia, ha crecido una alarma específica por el incremento de informaciones sobre el envío a Europa a través del Corredor Balcánico de militantes e Daesh (ISIS) y al Qaeda, grupos ultraislámicos muy violentos.
Estos militantes son conectados con apoyo logístico y operativo dentro de las diásporas de norafricanos, sobre todo musulmanes. Una parte están especializados en activar a “lobos solitarios” que esperan las órdenes y causan desastres, como ha ocurrido varias veces en Bélgica y Francia desde 2016.
El primer ministro sueco deja flores donde un terrorista mató a dos hinchas de fútbol en Bruselas. Foto: AFPLa premier Giorgia Meloni explicó que “la decisión de suspender el Tratado de Schengen no puede esperar mas”.
“Se hace necesaria por el agravamiento de la situación en Medio Oriente, el aumento de los flujos migratorios a lo largo del Corredor Balcánico, pero sobre todo por cuestiones de seguridad nacional” de Italia, dijo.
La semana próxima los 27 países de la Unión Europea tratarán un problema de seguridad que aparece urgente. Ocho países europeos han adoptado ya medidas para afrontar la situación.
Italia era el último país que garantizaba la libertad de movimientos del tratado de Schengen a los que arribaban del Este.
Hay un movimiento interno entre los 27 países que se reunirán en Bruselas para que el Consejo Europeo de la semana próxima hagan propuestas para uniformar la línea de acción entre todos.
Este año, por ejemplo, Francia ha bloqueado en sus frontera a 35 mil personas.
Una versión señala que el gobierno italiano estaría considerando si hay otros confines con el Este y con los Balcanes que podrían ser puestos bajo control.
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