El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, resaltó este domingo durante su visita a Vietnam la profundización de la cooperación con este país fronterizo con China, un viaje que se espera que esté centrado en el comercio de semiconductores y tierras raras.
Biden llegó este domingo desde India, después de participar en la cumbre del G20, y fue recibido con pompa por Nguyen Phu Trong, el secretario general Partido Comunista que gobierna en Vietnam.
El objetivo de la visita es firmar una «alianza estratégica ampliada» que es el nivel de cooperación diplomática de más alto grado que tiene Vietnam, un país donde Estados Unidos desplegó sus tropas en una guerra que finalizó en 1975.
«Este puede ser el comienzo de una era de aún mayor cooperación», dijo Biden en su encuentro con Nguyen Phu Trong.
«Vietnam y Estados Unidos son socios claves en lo que yo diría que es un momento muy crítico», afirmó el presidente estadounidense, quien fue recibido por una banda de militares vestidos de gala y una multitud de escolares que agitaron banderas de ambos países.
El objetivo principal de la visita de Biden a Vietnam es el mismo que el de la cumbre del G20: reunir apoyo frente la creciente influencia de China.
Washington y Hanói han alcanzado un acuerdo en la producción de semiconductores en Vietnam «en beneficio de la industria estadounidense» y con el objetivo de que esta dependa menos del gigante asiático, según un comunicado difundido el domingo.
Estados Unidos considera que Vietnam – un productor de tecnología que además tiene reservas de tierras raras – es importante en su estrategia de reducir su dependencia de China, tras años de perturbaciones de las cadenas de suministro y tensiones con Beijing.
El líder vietnamita elogió a Biden a su llegada al palacio presidencial de Hanói y le dijo: «Usted no ha envejecido ni un día, es más yo diría que se ve mejor que nunca».
El presidente estadounidense – que tiene 80 años, está en campaña para la reelección en 2024 y suele ser criticado por su edad – respondió con una sonrisa.
Vietnam busca dar la impresión de que no toma partido ni por Estados Unidos y ni por China, pero comparte la preocupación de Washington por las reivindicaciones de Beijing en el disputado mar de China Meridional, donde Hanói también tiene reclamaciones.
Rusia y la guerra
Antes de la llegada de Biden, el diario The New York Times reportó que Vietnam está negociando en secreto un nuevo acuerdo de armas con Rusia, pese a las sanciones impuestas por las potencias occidentales a Moscú.
Finer se refirió este domingo a las relaciones de cooperación militar que mantienen desde hace décadas Rusia y Vietnam.
Según el alto funcionario estadounidense hay «un creciente malestar entre los vietnamitas» con respecto a esta relación y afirmó que Washington y sus aliados pueden ayudar a Hanói a «diversificar sus socios».
El lunes, el presidente estadounidense se reunirá con su homólogo, Vo Van Thuong, y con el primer ministro, Pham Minh Chinh.
Biden dijo que planteó la cuestión de los derechos humanos en su reunión con Trong y se comprometió a continuar con un «diálogo franco».
El mandatario llega a Vietnam pocos días después de que la Comisión del Gobierno de Estados Unidos para la Libertad Religiosa Internacional (USCIRF) criticara que en este país hay violaciones «persistentes» en esta materia y que la situación parece agravarse.
Biden – que critica a China en materia de derechos humanos – mantiene en gran medida un silencio sobre la situación en Vietnam y los activistas temen que no presione sobre este tema durante la visita.
Para visitar Hanói, Biden tuvo que abandonar antes del fin la cumbre del G20, cuyos dirigentes acordaron una declaración conjunta que eludió las divisiones en torno la guerra de Ucrania y la lucha contra el cambio climático.
La agenda de Biden incluye una visita al memorial de su amigo John McCain, el fallecido senador republicano que combatió durante la guerra de Vietnam, fue capturado y soportó un largo cautiverio, pero que después ayudó a reconstruir las relaciones entre los dos países.
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