la holandesa Spaceborn United ya investiga la reproducción en otros planetas

La Humanidad puede necesitar otros planetas. Porque la crisis climática haga inviable la vida en la Tierra, porque se prevea la llegada de un meteorito que vaya a destrozarla, por los efectos de una guerra nuclear o por razones que hoy ni imaginamos. Pero el ser humano es por ahora incapaz de procrear fuera de la Tierra, lo que haría inviable no sólo ocupar otros planetas, ni siquiera se podrían mantener colonias estables e independientes por ejemplo en Marte.

Una empresa holandesa quiere corregir ese defecto de la carrera especial y de las investigaciones en ingeniería espacial para conseguir que el ser humano sea capaz de procrear, de generar embarazos y de tener hijos sanos y viables en entornos extraterrestres fuera de la atmósfera terrestre.

Los holandeses de Spaceborn United trabajan en investigación que permita esa reproducción extraterrestre y nacimientos en otros planetas.

El patrón de la empresa, Egbert Edelbroek, contó a la agencia AFP que “si los humanos queremos tener colonias humanas más allá de la Tierra y si queremos que sean realmente independientes debemos enfrentar el desafío de la reproducción”.

Así la Humanidad, estima este científico y empresario formado en las universidades holandesas de Eindhoven, Tilburg y Nijmegen, podría ser “una especie multiplanetaria”. Estima que “la Humanidad necesita un plan B si quiere ser una especie sostenible”, si quiere durar en el tiempo.

Nadie sabe cuándo podría haber relaciones sexuales en el espacio -el cómo serían mientras los astronautas flotan en el aire en entornos sin gravedad lo dejo a su imaginación- pero la empresa quiere empezar a investigar con vuelos orbitales.

Los primeros ensayos prácticos se hacen con ratones, pero la idea es que en el futuro se puedan enviar óvulos y espermatozoides al espacio para crear un embrión como se hace en la reproducción in vitro, pero en un entorno sin gravedad. Sería, estiman, “como una estación espacial para células”.

El proyecto no quiere esperar décadas y tiene previsto lanzar al espacio celulas reproductoras de ratones a finales de 2024. Los primeros embriones humanos, en los planes de Spaceborn United, se producirían en el espacio dentro de cinco o seis años y siempre antes de finales de esta década.

Esos embriones se implantarían en Tierra a una mujer, por lo que se podría decir, de llevar a buen puerto el embarazo, que habría nacido el primer ser humano concebido en el espacio.

Para la empresa eso sería sólo un primer paso, porque en las décadas siguientes querría llegar al punto en el que hiciera dar a luz en el espacio a una mujer. Estima que están lejos porque deben crear un “entorno perfecto”, porque si los cuerpos humanos han demostrado soportar las diferencias de un entorno sin apenas gravedad, nunca se ha probado en un feto o un recién nacido. Nunca ha viajado una astronauta embarazada al espacio.

El científico, de 48 años, asegura que espera vivir un siglo y espera ver nacer un ser humano en el espacio antes de morir. Entre los futuros candidatos a procrear en el espacio de forma natural para después tener un hijo en la Tierra tiene en mente a los turistas espaciales, que si por ahora se pueden contar con los dedos de las manos, se espera que su número aumente en las próximas décadas.

Un informe de la estadounidense Academia Nacional de las Ciencias, la Ingeniería y la Medicina del pasado septiembre asegura que no hay apenas investigación sobre la reproducción humana en el espacio. Añade que entender cómo el espacio afecta a la reproducción es “vital para la exploración espacial a largo plazo, pero es un asunto inexplorado hasta ahora”.