“Es un momento ideal para repensar el orden mundial”, dice, al otro lado del teléfono, desde Estados Unidos, Luis Moreno Ocampo, ex fiscal del Juicio a las juntas militares en la Argentina tras la dictadura y ex fiscal de la Corte Penal Internacional de La Haya.
La tensión en Oriente Medio escala con incesantes bombardeos de Israel sobre la Franja de Gaza y el lanzamiento de cohetes desde el enclave palestino hacia suelo israelí. La posibilidad de una tregua parece cada vez más lejana. El gobierno de Israel ya lo advirtió en el primer día del año: la guerra se extenderá por “muchos meses” en 2024.
Al mismo tiempo, en Ucrania recrudecen los bombardeos de Rusia y la guerra parece entrar en una nueva fase. Kiev busca recuperar fuerzas en su contraofensiva y los combates no cesan cuando falta poco más de un mes para que se cumplan dos años de la invasión rusa.
En el Cáucaso, una tregua débil llevó algo de calma al enclave de Nagorno Karabaj, que se disputan Armenia y Azerbaiján. Pero «el riesgo de un conflicto armado allí es inmenso», advierte Moreno Ocampo.
En diálogo con Clarín, el experto en derecho internacional, ex profesor en la Universidad de Harvard y ahora en la Universidad de San Pablo, delineó su mirada sobre el delicado escenario global, mientras la CPI analiza denuncias de crímenes de guerra y genocidio cometidos por Rusia y por Israel, además de otros cuatro casos, en Asia y África.
“Hay una guerra en Ucrania y en los últimos seis meses la asesora especial sobre genocidio de naciones unidas alertó sobre el riesgo de genocidio en seis situaciones diferentes, incluyendo en contra de las comunidades que siempre pensamos que nunca más iba a ser una realidad para ellos: los armenios, que fueron víctimas del genocidio de 1915, y los judíos, que fueron víctimas del Holocausto”, señaló.
–Sudáfrica acaba de presentar una acusación por supuesto genocidio por parte de Israel. ¿Se puede hablar de genocidio en el conflicto actual en Oriente Medio?
-A mi criterio, Hamas cometió un genocidio en la masacre del 7 de octubre, porque el grupo tiene la intención de destruir a los israelíes. Y cree que la única fórmula es eliminar, por eso es un genocidio. Además, Hamas cometió crímenes de guerra, como usar civiles como escudos y tomar rehenes, como los que todavía tiene en su poder.
-¿Y del lado israelí, también se cometieron crímenes en la ofensiva sobre Gaza?
-Israel tiene derecho a atacar Gaza donde Hamas tiene el control. Pero no tiene derecho a matar civiles ni tampoco tiene derecho, y eso está muy claro, a bloquear el agua y la nafta a todos los palestinos que viven en Gaza, que son más de 2 millones de personas. Israel no puede atacar civiles para bloquear a Hamas. Eso legalmente está prohibido. Israel afirma que en cada bombardeo hace un delicado control para matar sólo a líderes de Hamas. Eso habrá que mostrarlo caso por caso.
-Israel admitió hace unos días que había matado por error a tres rehenes israelíes en un ataque que estaba dirigido al grupo extremista en Gaza.
-El momento en que tres rehenes, que eran soldados israelíes, se rinden y sacan pañuelos blancos desde los vehículos que los trasladan, pero son tiroteados por las fuerzas de Israel, muestra que no hay una instrucción fuerte de proteger vidas. Y que no hay una estrategia para liberar a los rehenes.
-¿Qué cree que puede ocurrir con la demanda de Sudáfrica contra Israel?
-Castigar crímenes está bien, pero lo más importante es ponerse del lado de las víctimas. Mis amigos israelíes sienten que son víctimas de un nuevo Holocausto, están desesperados. Mis amigos palestinos sienten que son víctimas de una nueva Naqba, la “catástrofe”, el desplazamiento masivo que ocurrió en 1948. Los dos pueden tener razón. El hecho de que haya ley y justicia nos permite elegir el lado de las víctimas, de la justicia. En la Argentina en los 70 había dos bandos, los que estaban con los militares y los que estaban contra los militares. Lo que pasó con la democracia en 1983 fue que se pusieron todos de acuerdo en que no querían más muertes. En el Juicio a las Juntas ayudamos a toda una comunidad que no quería más violencia.
-¿Y cuál es su visión sobre la situación en Oriente Medio?
-Israel podría investigar como terroristas a Hamas y en lugar de eso opta por una acción militar que no va llevar a nada. Tenemos que entender que la guerra es incompatible con la vida del siglo XXI. Si la guerra de Israel continúa va a escalar, va a incluir a Hezbollah, a Irán, Estados Unidos, todos. Lo que tenemos que hacer es que la justicia sea más eficiente.
-Pero, pese a los llamados internacionales a Israel para una tregua que permita la llegada de ayuda humanitaria, el gobierno de Benjamin Netanyahu parece dispuesto a seguir adelante…
-En el mundo, la guerra sigue siendo popular. Cuando (George) Bush invadió Irak recibió el 70% del apoyo. Vladimir Putin es popular en Rusia. Netanyahu expresa el pensamiento de mucha gente que cree que hay que exterminar a los palestinos. Pero es muy importante ayudar a las víctimas dando estrategias judiciales. La guerra genera venganza, la justicia no.
En el mundo, la guerra sigue siendo popular. Vladimir Putin es popular en Rusia. Netanyahu expresa el pensamiento de mucha gente que cree que hay que exterminar a los palestinos».
-En la Argentina, por ejemplo, hay un sistema legal. Nos permite votar, hay dos cámaras en el Congreso, van cambiando los gobiernos. Pero a nivel mundial eso no existe. No hay un sistema global, y la Corte Penal Internacional es justamente un intento de empezar a armar algo global pero muy básico, que son crímenes masivos. Pero todavía no tiene el apoyo de todos los países del mundo.
Porque los países más grandes, como Estados Unidos, China, Rusia, no quieren una corte sobre ellos, que decida que ellos no pueden hacer tal o cual cosa. Los países más grandes creen que el orden mundial se va a basar en su hegemonía militar, esto hace que el mundo esté en una permanente dinámica de pelea, y eso me parece que es incompatible con la vida humana. Hay un juego que se llama Fortnite, en el que todos los jugadores tienen que matar al otro y gana el que mata a todos los demás. Y es una buena metáfora de cómo va a ser el mundo si realmente no reforzamos la idea de que la guerra trae problemas.
-Hay que usar la tecnología. Hay que usar la Inteligencia Artificial para el bien común. Esa es la pelea: Fortnite o algoritmos por la paz.
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