«Leer a Alvear debería ser una obligación para candidatos a presidente»

Cada vez que observo lo que ha pasado en este querido país con la mayoría de los que nos gobernaron, se me agiganta la figura de Marcelo T. de Alvear. Fue el décimo noveno Presidente de la Nación y gobernó entre 1922 y 1928. A los más jóvenes les informo que nació un 4 de octubre de 1868 y falleció el 23 de abril de 1942. Radical, estuvo cerca de Leandro Alem e Hipólito Yrigoyen, de quienes aprendió el significado y los valores de la Unión Cívica Radical.

Fue un Gran Demócrata y con su conducta se elevó como personalidad histórica. Tuvo la virtud en su Presidencia de poner como ministros a hombre de distintos partidos políticos, pero inteligentes y capaces. Algunos le recriminaron esa decisión, y él les respondía: “…Por mi cargo y para tener los mejores contactos en el mundo suelo viajar mucho, por eso he elegido a estos hombres, cualquiera de ellos puede ejercer la Presidencia en mi ausencia”.

En su gestión se llegó a tener una importante expansión económica que sigue siendo hasta hoy la segunda de mayor crecimiento en la historia, solo superada por Arturo Illia. Por defender la Democracia y la Libertad conoció la cárcel, inclusive fue trasladado al presidio de la Isla Martín García. Su figura se engrandece más al ver lo que nos ha sucedido en estos últimos años. Durante su Presidencia, la Argentina ocupó el sexto lugar en el mundo por delante de España, Canadá, Italia y Francia, poseíamos el 2 por mil de todo el oro amonedado en el mundo y producíamos entre otras cosas el 70 por ciento del Producto Bruto Interno (PBI) de América Latina.

Leer a Alvear debería ser una obligación para los candidatos a presidente. Es un ejemplo para todos los hombres y mujeres afiliados a la UCR y para aquellos que se sientan democráticos. Los argentinos deberíamos estar orgullosos de todo lo que hizo por nuestra Patria. ¡No lo olvidemos! La UCR todavía le debe un gran homenaje.

Ricardo Bértola / rabertola@hotmail.com

Ciento setenta economistas, profesores e investigadores en universidades públicas y privadas elaboraron el documento titulado “La dolarización es un espejismo”, recomendando en él que por miopía y desesperación no tomemos un falso atajo que nos conduzca a una nueva y más dramática frustración, difícilmente reversible.

La palabra dolarización que resultó ser la idea fuerza y el corazón de la campaña de Milei para acabar rápido con la inflación, está siendo cuestionada ante la imposibilidad de su implementación. Ante ello el candidato la está relativizando y empezó a hablar de una “competencia de monedas”. Sobre el “cierre del Banco Central” se empezó a decir que la idea es “regularlo, no eliminarlo”. Lo de cambiar el sistema educativo por vouchers ya no se analiza seriamente. Ante las fundadas críticas, Milei modera sus propuestas y replantea las consignas de su campaña.

Ricardo E. Frías / ricardoefrias@gmail.com

Hace 8 años un billonario egipcio tuvo una epifanía y quiso materializarla pensando en los miles de inmigrantes que arriesgan sus vidas (y muchos de ellos las pierden) intentando por el Mediterráneo llegar a Lampedusa, tierra firme que los aleja del horror que impera en Libia y Túnez.

En sólo 2 días, la isla italiana duplicó su población con la llegada de más de 10.000 inmigrantes y la ministra Meloni logró ante sus desesperados pedidos de colaboración que la presidenta de la comunidad europea viaje con ella hasta Lampedusa para ver in situ la desesperante situación. Mientras escuchaba (como cada tanto lo hago) “Va, pensiero”, la monumental y conmovedora obra de Verdi, supe de los ruegos de Meloni para que la UE ayude a Italia, a la vez que recordaba aquella proposición que Naguib Sawiris les hizo a Grecia e Italia: comprar a cualquiera de las dos naciones una isla.

Esa idea filantrópica naufragó ante la negativa de esos países de venderle la isla con la que Naguib Sawiris soñaba, para darles asilo en refugios temporales (que él se encargaría de construir) a esos migrantes, en primera instancia, para después ayudarlos a construir sus propias casas, escuelas, hospitales.

Hoy, a 8 años de aquella idea, seguramente se estarían viendo los primeros frutos de esa nueva república. Hubiera sido la llave, tal vez, para que términos como “semejante, solidaridad y amor al prójimo” no desaparezcan de la faz de la Tierra.

Juan José de Guzmán / jjdeguz@gmail.com

Soy vecino del parque Chacabuco y me duele ver el abuso que hacen unos pocos en detrimento del resto. Los caminos internos tienen bolardos para evitar el ingreso de vehículos, ya que el solado no está preparado para eso. Algunos los retiran e ingresan con sus autos. Se pueden ver los bolardos esparcidos alrededor de los caminos y los pisos rotos y hundidos. Una lástima. Debajo de la autopista hay un espacio cultural y un gimnasio, además de una escuela. Todos van en auto parece, ya que estacionan adentro. Parece que a ninguna autoridad le importa.

Guillermo Hassan / guillermoahassan@gmail.com