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llegaron las casas para resistir todo y cuidar el medio ambiente

Cuando el huracán Michael azotó el Panhandle de Florida hace cinco años, dejó barcos, autos y camiones amontonados hasta las ventanas de la casa de Bonny Paulson en la comunidad costera de Mexico Beach (Florida), a pesar de que la casa descansa sobre pilares a 4,5 metros del suelo. Pero la casa de Paulson, con una forma redondeada parecida a la de un barco, resistió vientos de categoría 5 que de otro modo podrían haberla derrumbado.

«No estaba nerviosa en absoluto», dijo Paulson, recordando el aviso de evacuación. Su casa sólo perdió unas pocas tejas, y las fotos tomadas después de la tormenta la muestran entera entre los escombros de casi todas las casas circundantes.

La casa anti-huracanes de Bonny Paulson. Foto: APLa casa anti-huracanes de Bonny Paulson. Foto: AP

Algunos desarrolladores inmobiliarios están construyendo casas como la de Paulson con la idea de hacerlas más resistentes a las condiciones meteorológicas extremas que aumentan con el cambio climático y, al mismo tiempo, más respetuosas del medio ambiente.

Los paneles solares, por ejemplo, instalados de forma que los vientos fuertes no puedan pasar por debajo, garantizan una energía limpia que puede sobrevivir a una tormenta. También la preservación de humedales y vegetación autóctona que atrapan el carbono en el suelo y reducen la vulnerabilidad a las inundaciones. Materiales de construcción reciclados o avanzados que reducen el consumo de energía y la necesidad de fabricar nuevos materiales.

Nuestra casa es una de las formas más importantes en que podemos reducir nuestra huella de carbono. Los edificios liberan cada año alrededor del 38% de todas las emisiones de gases de efecto invernadero relacionadas con la energía. Parte de la contaminación por carbono procede de la alimentación de aparatos como las luces y el aire acondicionado, y otra parte de la fabricación de materiales de construcción como el hormigón y el acero.

Barrios enteros

Deltec, la empresa que construyó la casa de Paulson, afirma que sólo una de las casi 1.400 casas que ha construido en las últimas tres décadas ha sufrido daños estructurales por vientos huracanados. Pero la empresa pone el mismo énfasis en la construcción ecológica, con un aislamiento de mayor calidad que reduce la necesidad de aire acondicionado, bombas de calor para calefacción y refrigeración más eficientes, electrodomésticos de bajo consumo y, por supuesto, energía solar.

«La verdadera magia es que hacemos ambas cosas«, dijo el CEO Steve Linton. «Creo que muchas veces, cuando se habla de construcción sostenible, se piensa en la resistencia como algo secundario, como una característica más de una lista… Nosotros creemos que la resistencia es una parte fundamental de la sostenibilidad».

Una de las casas en proceso de construcción en Carolina del Norte. Foto: AP Una de las casas en proceso de construcción en Carolina del Norte. Foto: AP

Otras empresas están construyendo barrios enteros resistentes a los huracanes y que contribuyen menos que el promedio al cambio climático.

La comunidad Hunters Point de Pearl Homes, en Cortez (Florida), consta de 26 casas terminadas y 30 que se construirán antes de fines de 2024, todas con certificación LEED platino, el nivel más alto de uno de los sistemas de clasificación de edificios ecológicos más utilizados.

A casi 5 metros del suelo

Para reducir la vulnerabilidad a las inundaciones, las viviendas están elevadas 4,8 metros por encima de la norma. Las carreteras también están elevadas y diseñadas para dirigir la lluvia acumulada hacia el suelo, donde puede ser absorbida. Los techos de acero con costuras permiten fijar los paneles solares tan cerca que es difícil que los vientos fuertes pasen por debajo, y las casas tienen baterías que se activan cuando se corta la luz.

Marshall Gobuty, CEO de Pearl Homes, explica que su equipo recurrió a la Universidad de Florida Central con el propósito de construir una comunidad que no contribuyera al cambio climático. «Quería que fueran no sólo sostenibles, sino también resistentes, que no se parecieran en nada a todo lo que se ve en Florida», dijo Gobuty. «Veo casas recién construidas, a un kilómetro de distancia, que están bajo el agua… estamos en crisis por cómo está cambiando el clima».

Algunas de las casas tienen forma redonda. Foto: AP Algunas de las casas tienen forma redonda. Foto: AP

Eso tiene sentido para Paulson, de Mexico Beach, que dijo que no quería «vivir día a día preocupada por ver la evolución de algo en el Atlántico». Además de mayor tranquilidad, dijo, ahora tiene costos de energía de alrededor de 32 dólares por mes, muy por debajo de los aproximadamente 250 que dijo haber pagado en una casa anterior.

«No creo que la población tenga en cuenta las catástrofes medioambientales y se adapte para protegerse de ellas», señaló. «Estamos construyendo lo mismo que terminó arrastrado por el viento«.

Babcock Ranch es otra comunidad del sur de Florida sostenible y resistente a los huracanes. Se autodenomina la primera ciudad de EE.UU. que funciona con energía solar, en tanto genera 150 megavatios de electricidad con 680.000 paneles en 350 hectáreas. La comunidad fue también una de las primeras del país en disponer de grandes baterías para almacenar energía solar y utilizarla a la noche o cuando se corta la luz.

Syd Kitson fundó Babcock Ranch en 2006. Las casas resisten mejor los vientos huracanados porque los techos están sujetos a un sistema que se conecta a los cimientos. Las líneas eléctricas están enterradas para que no vuelen. En algunas casas, las puertas se abren hacia fuera para que, cuando se acumule la presión del viento, no salten por los aires y rejillas de ventilación ayudan a equilibrar la presión en los garajes.

Fort Myers destruido por el huracán Ian. Foto: EFEFort Myers destruido por el huracán Ian. Foto: EFE

En 2022, el huracán Ian azotó Babcock Ranch como una tormenta de categoría 4. Según Kitson, apenas causó daños.

«Nos propusimos demostrar que una ciudad nueva y el medio ambiente pueden ir de la mano, y creo que lo hemos demostrado», dijo Kitson. «A menos que construyas de forma muy resistente, vas a estar constantemente reparando o demoliendo la casa».

La urbanización vendió unas 29.500 hectáreas de su terreno al estado para preservar los humedales y, en el terreno donde construyó, un equipo estudió cómo fluye el agua de forma natural por el entorno local y lo incorporó a su sistema de manejo del agua.

«El agua va a ir a donde quiere; si uno intenta desafiar a la Madre Naturaleza, va a perder siempre», explicó Kitson. Los humedales, los estanques de retención y la vegetación autóctona son más capaces de gestionar el agua en caso de lluvias extremas, reduciendo el riesgo de inundación de las viviendas.

En los Cayos de Florida, Natalia Padalino y su marido, Alan Klingler, tienen previsto terminar de construir una casa Deltec en diciembre. La pareja estaba preocupada por el futuro impacto que el calentamiento global y los huracanes tendrían en los Cayos de Florida e investigó casas que fueran a la vez sostenibles y diseñadas para resistir esas tormentas.

«Creemos estar construyendo algo que va a ser una inversión fenomenal y que reducirá nuestro riesgo de cualquier situación catastrófica importante», dijo Klingler.

«La gente se ha mostrado muy abierta y receptiva. Nos dice que, si viene un huracán, se quedará en nuestra casa», contó Padalino.

La autora es periodista de Associated Press

Traducción: Elisa Carnelli


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