
Murcia, la ciudad española que este fin de semana lloró la muerte de trece personas en dos discotecas, amaneció este lunes de luto y con una novedad desgarradora: los boliches en los que se produjo el incendio fatal debían haber sido clausurados hace más de un año y medio, aseguran desde el municipio.
Teatre y Fonda Milagros, los locales que alojaron a cientos de personas el sábado por la noche y que en la madrugada del domingo ardieron, no tenían la licencia municipal que corresponde.
Habían recibido una orden de cese de actividades en enero de 2022, aclaró este lunes el concejal de Planificación Urbanística del Ayuntamiento de Murcia, Antonio Navarro.
El incendio, que comenzó a las seis de la mañana del domingo mientras aún había gente en las discotecas, destrozó el interior de los dos locales, enormes galpones pegados, uno al otro, y sobre la misma cuadra.
Rodeados de concesionarias de autos, los boliches son la perla de un polígono industrial conocido en la ciudad de Murcia como zona Atalayas.
Fue a las seis de la mañana, cuando se cortó la luz y los que aún quedaban en la disco comenzaron a sentir olor a caucho quemado que venía de las aberturas de ventilación. Hubo corridas de pánico.
Trece de las personas que disfrutaban de la música latina en el primer piso de Fonda Milagros murieron. Resultaron heridas 24 personas.
Hasta ahora, las huellas digitales permitieron identificar a cinco de esos cuerpos rescatados de entre las llamas. Para saber quiénes eran las otras ocho personas, se están tomando muestras de ADN a los familiares que se acercan, desesperados, a buscar noticias.
Video
Ocurrió este domingo por la noche en la localidad de Murcia.
El fuego, que los bomberos tardaron dos horas en aplacar, se habría contagiado de una discoteca a la otra.
¿Un cortocircuito o bengalas?
Hasta la tarde de este lunes, ni la Policía judicial ni la científica habían logrado entrar en los locales, que quedaron en ruinas después del incendio y tuvieron que ser apuntalados por peligro de derrumbe.
Aún no pudieron determinar cuál podría haber sido la causa del incendio que destrozó el primer piso de Fonda Milagros, allí donde estaban los vips reservados para eventos especiales.

Las primeras investigaciones ubicaban un posible cortocircuito, como el culpable del fuego, que se habría generado en la planta de arriba de Fonda Milagros. De allí, se habría propagado hacia Teatre y a Golden, las otras dos discotecas que están en la misma cuadra.
Sin embargo este lunes, por TikTok, circularon videos de algunos festejos en el interior del boliche, donde varios hombres y mujeres bailan, debajo de una bola espejada y en medio de una decoración tropical, con bengalas encendidas.
Sin autorización
“Teatre y la Fonda han funcionado sin autorización”, dijo este lunes el concejal de Planificación Urbanística del Ayuntamiento de Murcia.
Y aclaró: “Teatre dispuso de una licencia de apertura e inicio de funcionamiento de la actividad el 18 de diciembre de 2008, con destino a discoteca con cocina -detalló-. El local Teatre presenta una comunicación de modificación de la actividad en 2019 para dividir ese local en dos, Teatre y lo que se conoce como la Fonda. Y el 10 de enero de 2022 se dicta una orden de cese de actividad por entender que esta modificación era sustancial y que requería de una nueva licencia”.
“El 8 de marzo de 2022 la empresa presenta un proyecto de legalización, procedimiento que hasta la fecha de hoy no concluyó”, subrayó el funcionario.
Según él, Fonda Milagros, donde murieron trece personas, “no existía administrativamente”.

Sin embargo su primer posteo en las redes sociales promocionando una fiesta para Semana Santa es de abril de 2019.
Los boliches eran conocidos en Murcia. Por eso Eric Hernández, el repartidor de Coca-Cola de 30 años que el sábado estaba festejando su cumpleaños con amigos y familiares, eligió Fonda Milagros para celebrar.
La fiesta, con ron y gaseosas, terminó el tragedia. Varias de las personas que murieron en el incendio eran invitados al cumple de Eric.
Cuatro de ellos eran vecinos de Caravaca de la Cruz, un pueblo a 75 kilómetros de Murcia que este lunes era pura desolación.
Contradicciones
“Nosotros sí tenemos salida de emergencia, La Fonda no lo sé”, se defendió este lunes la portavoz de la disco Teatre, María Dolores Abellán. “Tiene sistema anti-incendios, plan de autoprotección y salidas de emergencia”, aseguró.
Pero Teatre ya vivió un susto en 2009, cuando debió ser desalojada por un problema eléctrico en el sistema de iluminación exterior del local. Por entonces no hubo heridos ni muertos.
Por su parte, el abogado de Fonda Milagros, Francisco Adán, contradijo al funcionario del municipio. “El Ayuntamiento sabe perfectamente que el local estaba funcionando y en ningún momento mi cliente ha recibido notificación del cese de la licencia”, dijo. Y confirmó que la documentación se encontraba en el interior del local y “se quemó”.
Es la mayor tragedia en una discoteca desde 1990, cuando 43 personas murieron en Flying, un boliche de Zaragoza donde un falló eléctrico provocó un apagón en medio del cual se desplomó un falso techo que aplastó a la gente.
Pero fue en 1983 cuando España padeció la peor catástrofe en una disco: sucedió en Alcalá 20, un boliche de Madrid, donde una chispa de un cortocircuito desató las llamas que calcinaron a decenas de personas. Hubo 81 muertos por quemaduras, inhalación de humo o aplastamiento en la desesperación por huir del lugar.
El Ayuntamiento de Murcia aseguró este lunes que se va a presentar como acusación particular en el caso. Los vecinos, sin embargo, se preguntan: “¿Por qué las discotecas nunca dejaron de estar abiertas si debían estar clausuradas?”.
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