Claire Magone, directora general de Médicos Sin Fronteras, denunció que la crisis en Gaza, sitiada completamente y sin servicios, está poniendo en riesgo la “la supervivencia inmediata de cientos de miles de seres humanos”, incluidos niños y ancianos y también personal de esa organización humanitaria.
En un comunicado transmitido a este enviado de Clarín, la ejecutiva de MSF le pide a las autoridades israelíes “que demuestren humanidad. Morir bajo las bombas en Gaza no puede ser la única opción que le quede a las personas. En el norte de la Franja, donde se han multiplicado los ultimátum israelíes que ordenan a la gente huir o afrontar la aniquilación, la situación es dramática”.
Añade que “entre las personas que no han podido huir, que no saben adónde ir, se encuentran compañeros de MSF que se han refugiado con sus familias en el lugar o que siguen, en la medida de lo posible, atendiendo a los heridos que acuden en masa a los hospitales”.
Sostiene en la denuncia que los centros médicos están abrumados. Ya no hay analgésicos. Nuestro personal nos habla de los heridos que gritan de dolor, de los amputados, de los enfermos que no pueden llegar al hospital y del terror de verse bombardeados en unas horas».
«Otras personas nos hablan de la imposibilidad de salir de sus casas, ni siquiera una hora para abastecerse. En el sur de Gaza, donde las autoridades israelíes pidieron a la gente que se trasladara, la situación es extremadamente difícil”, remarca.
Un informe de un reportero de la BBC, radicado en la Franja, indicaba hace 24 horas el problema creciente para abastecerse de agua y alimentos en medio de la desordenada huída de cientos de miles de personas. El hombre viaja desde el norte del territorio con su esposa y tres hijos pequeños ante el temor de un bombardeo terminal de Israel con operación terrestre.
Como la Franja está bloqueada y sin acceso a suministros, la poca agua que hay es reservada para los enfermos, los migrantes que se amontonan en el centro y sur no tienen acceso a nada. Señalaba que en algunos casos hay medio centenar de personas viviendo en departamentos pequeños o en los vestíbulos de los hospitales, estos últimos porque los consideran los únicos seguros protegidos, supuestamente, por el derecho internacional.
Sin agua, en campamentos precarios
Magone confirma que “la gente está hacinada en campamentos improvisados y precarios, donde el acceso al agua y a los alimentos es extremadamente problemático. Los bombardeos también continúan en el sur de Gaza. Nuestros equipos informan que es difícil acceder a agua y empeora cada hora».
«Esa escasez en Gaza ha alcanzado ahora un umbral crítico -advierte–. Las autoridades israelíes, al imponer un asedio total a Gaza, también han cortado la posibilidad de que funcionen plantas de tratamiento y distribución de agua. Debido a la falta de combustible, ya no se produce agua potable en Gaza”
La única alernativa que existe para el más del millón de personas desplazadas desde el norte, la mitad de la población de la Franja, es cruzar por el paso de Rafah que conecta con Egipto y que ha estado cerrado. Ahora El Cairo afirma a través de su canciller, Sameh Sukri, que es Israel y no ellos el que no ha dado permiso para la apertura de ese pasaje.
«He hablado con el enviado de la ONU (respecto a un permiso israelí) pero hasta ahora no hay nada nuevo en la posición israelí. Es muy grave esto», dijo Sukri en una rueda de prensa junto a la ministra de Exteriores de Francia, Catherine Colonna.
La cuestión humanitaria reconoce pocos precedentes. Este lunes los palestinos abarrotaban escuelas y hospitales en busca de cobijo, con cantidad de gente viviendo en las veredas y las calles mientras crecia el número de desplazados.
Los ataques aéreos israelíes de la última semana han destruido vecindarios enteros, pero no han detenido el fuego de cohetes de los milicianos hacia Israel que siguen golpeando las aldeas del sur del país.
El ministerio de Salud de Gaza informó de 2.670 palestinos muertos y 9.600 heridos desde que comenzaron los combates, más que en la guerra de Gaza de 2014, que duró unas seis semanas. Eso la convierte en la más mortal de las cinco guerras de la Franja para los dos bandos y en la peor en medio siglo desde la de Yom Kipur.
Más de 1.400 israelíes han muerto, la gran mayoría civiles asesinados en el ataque de Hamas del 7 de octubre. El ejército israelí dijo el lunes que había 199 personas capturadas por Hamas y retenidas en Gaza, una cifra superior a las estimaciones anteriores. El ejército no especificó las nacionalidades de los cautivos pero se asegura que hay decenas de extranjeros con doble nacionalidad entre ellos.
Jerusalén. Enviado especial
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