Messi mostró su vigencia en la Selección con dos golazos en diez minutos y una pisada de antología

Lionel Messi está de regreso y lo dejó bien claro con la camiseta que más le gusta, la de la Selección Argentina. Ya había dejado una muestra el jueves pasado cuando ingresó en el segundo tiempo frente a Paraguay y pegó dos tiros en el palo. Ahora, en Lima y frente a Perú, volvió a ser titular después de un mes y le dio un mensaje al mundo: el 10 está.

El capitán argentino puso el 1-0 a los 32 minutos del primer tiempo con un golazo, poniéndole el moño a una jugada de contragolpe que definió poniendo el pie en el momento justo y con la precisión adecuada, rompiéndole el arco al peruano Pedro Gallese.

El 10 no le había convertido al arquero con la camiseta de la Selección (sí lo hizo jugando con el Inter Miami, en la MLS), y sufría una racha negativa contra Perú: no perdió en ocho partidos, es cierto, pero sólo le había marcado una vez, en 2007. Ahora se sacó la mufa, y por duplicado.

Es que 10 minutos después de su golazo, Leo volvió a cerrar otra gran combinación del equipo argentino: Enzo Fernández llegó al fondo, tiró hacia el medio, Julián Álvarez escuchó el grito de Leo que llegaba mejor perfilado, dejó pasar, y el capitán sacudió su zurda en dirección al primer palo de Gallese. Inatajable.

Entre un gol y el otro, el Messi de 36 años hizo recordar al Messi pibe que sorprendía con sus gambetas imposibles. En una se llevó la pelota a la raya y enganchó una y otra vez volviendo locos a los defensores peruanos, que lo vieron irse con la pelota dominada. Solo faltaba Guardiola en la tribuna tomándose la cabeza.

Con su doblete ante Perú, Leo llegó a 31 goles en Eliminatorias y pasó a los 30 de Robert Lewandowski para convertirse en el cuarto goleador en toda la historia de las clasificaciones a los Mundiales: está detrás del guatemalteco Carlos Ruíz (39), Cristiano Ronaldo (36), Alí Deaei (35).

En el segundo tiempo, Messi gritó el tercero pero su tanto fue invalidado por posición adelantada tras la intervención del VAR y la revisión del árbitro Valenzuela. La jugada generó cierta confusión porque el rosarino primero parecía estar habilitado por tratarse de un pase rival pero el colegiado consideró que no se trataba de una acción voluntaria.

El hat trick merodeó un rato más tarde, cuando Leo no pudo conectar con precisión un pase rasante de Nico González en el área chica y esta vez fue Gallese quien salió ganando, tapando su remate. Lo mismo pasó un rato después, cuando el zurdo probó de derecha, y la pelota se fue al tiro de esquina.