“Stop the boats” o “frenar los barcos”. El slogan contra los migrantes que llegan desde Francia se convirtió en el último drama del primer ministro británico Rishi Sunak.
”Haré todo lo que sea necesario para frenarlos”, dijo el premier británico en su conferencia de prensa, después que la Corte Suprema de Justicia británica declarara “ilegal” unánimemente que pueda deportar a migrantes o aspirantes al asilo a Ruanda
En una conferencia de prensa en Downing St, tras conocer la unánime sentencia de que la política de deportar aspirantes a refugio o migrantes a Ruanda es ilegal, Sunak anunció su nueva estrategia.
Van a introducir una legislación de emergencia, que permita establecer “un nuevo tratado” que asegure que “Ruanda es segura” para poder deportarlos. El va a remover los obstáculos y no va a permitir un tribunal exterior, como la corte de Estrasburgo, impida que los vuelos partan hacia Ruanda en la próxima primavera europea con los aspirantes a los asilados o migrantes ilegales.
Sobre el fallo judicial de la Corte Suprema , el primer ministro dijo: «No estoy de acuerdo con la decisión, pero la respeto y la acepto».
Explicó que el Reino Unido ha estado trabajando en un nuevo tratado con Ruanda para conseguir que las personas sean deportadas, después de haber sido expulsadas del Reino Unido.
Reino Unido introducirá «legislación de emergencia para confirmar que Ruanda es segura”, dijo el premier.
Rishi Sunak declaró que el Tribunal Europeo de Derechos Humanos aún puede intervenir, pero dijo que no lo permitirá.
«Si el Tribunal de Estrasburgo decide intervenir en contra de la voluntad expresa del Parlamento, estoy dispuesto a hacer lo necesario para que los vuelos no se cancelen», prometió el premier, que proviene de los Brexitiers moderados.
¿Y los tribunales extranjeros?
El premier declaró: «No permitiré que un tribunal extranjero bloquee estos vuelos». Una ruta de coalición con las instituciones internacionales para conseguir su objetivo.
Sunak indicó que que podría cambiar la ley para salvar su política en Ruanda, después de que el Tribunal Supremo fallara en contra y lo declarara ilegal. Los que buscan asilo y llegan a Gran Bretaña no podrán ser reenvidados a Ruanda, luego que el máximo tribunal lo considera unánimemente ilegal. Esta es la legislación que hoy impera y que limita la política migratoria del partido conservador y su línea más ultraderechista.
El tribunal más alto de Gran Bretaña confirmó una sentencia del Tribunal de Apelación a principios de este año, que decía que las “deficiencias” en el sistema de asilo de Ruanda hacían inseguro para el Reino Unido reubicar a inmigrantes en el país africano.
Sorprendentemente, el gobierno ha perdido. Ruanda no se considera un país seguro al que enviar solicitantes de asilo. Sus apelaciones pueden no ser juzgadas de manera confiable o justa allí, y si fallan , pueden ser enviados a países donde no son seguros.
Un nuevo tratado diseñado para hacer funcionar el plan de Ruanda podría ser impugnado nuevamente ante los tribunales, admitió Downing St. Pero será un camino borrascoso su aprobación.
El portavoz de Rishi Sunak dijo que no podía predecir «si habrá futuras impugnaciones legales. Eso depende en gran medida de los propios tribunales». El portavoz dijo que podrían pasar más de 40 días de sesiones parlamentarias hasta que se aprobara el tratado. No sabía si una moción de objeción podría forzar una votación sobre el tratado.
“Presentaremos el tratado en el parlamento en los próximos días para que los vuelos puedan comenzar lo antes posible. Evidentemente el texto quedará expuesto cuando se publique” aclaró.
Ruanda y los tratados internacionales
El nuevo ministro del interior y ex canciller James Cleverly ha dado la indicación más clara hasta el momento de que el gobierno no está planeando nada que debilite el compromiso de Gran Bretaña con la Convención Europea de Derechos Humanos.
Mientras el ministro del Interior informaba a los parlamentarios sobre los planes del gobierno para hacer que su política en Ruanda sea legal y viable, Jonathan Gullis pidió a Cleverly que respondiera «sí o no» sobre si el gobierno está dispuesto a dejar de aplicar tratados y convenciones como el CEDH , la ONU y Convención sobre los Refugiados “para recuperar el control de nuestras fronteras”.
Inteligentemente el ministro respondió: “No creo que esas cosas sean necesarias”.
Sunak ha asegurado a Paul Kagame, el presidente de Ruanda, que sigue comprometido con el acuerdo de deportación de inmigrantes, a pesar de que la Corte Suprema lo haya declarado ilegal.
Sorprendentemente, el gobierno ha perdido. Ruanda no se considera un país seguro al que enviar solicitantes de asilo. Sus apelaciones pueden no ser juzgadas de manera confiable o justa allí, y si fallan , pueden ser enviadas a países donde no son seguras.
“No fabricaremos una pelea”, dice Cleverly.
El nuevo ministro del interior James Cleverly atacó a su predecesora Suella Braverman, al insistir en que el gobierno no presentará propuestas “simplemente para fabricar una disputa innecesaria para obtener ganancias políticas a corto plazo”.
Dijo que el primer ministro se había comprometido a cambiar las leyes del Reino Unido, si fuera necesario, para garantizar que la política de Ruanda sea legal.
Sin embargo, señaló que los planes no socavarían las obligaciones de Gran Bretaña según el derecho internacional, incluida la Convención de la ONU sobre Refugiados y el Convenio Europeo de Derechos Humanos (CEDH). Prometió dar al parlamento la oportunidad de examinar cualquier cambio.
Insistió en que el gobierno dejará “absolutamente claro” que cualquier cambio realizado en el acuerdo con Ruanda será consistente con el derecho internacional. Braverman ha afirmado que Sunak ignoró sus recomendaciones de no aplicar el TEDH en cuestiones relacionadas con la migración ilegal y continúa la batalla contra el premier. Quiere ser su reemplazante antes de la elección general.
Michael Howard , ex ministro del interior Tory y ex jefe del partido, fue lapidario con Suella Braverman. No cree que produzca una guerra civil entre los conservadores ni llegue a premier con su escandalosa renuncia.
“No es raro que haya desacuerdos dentro del gobierno. Si no está de acuerdo con la política del gobierno o la política del primer ministro. O renuncias o lo aceptas” declaró.
“Ella decidió no renunciar y solo desde que la despidieron sale con esta diatriba de abuso” dijo Lord Howard. “No creo que el partido se esté volviendo contra sí mismo otra vez. Creo que Suella Braverman será olvidada” pronosticó.
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