«¿Por qué los hombre tienen que mantener a un hijo que quizás la mujer le dijo ‘sí, sí, acabá adentro que tomo la pastilla’? O les pinchan un forro, porque hay muchas mujeres que para enganchar a un tipo hacen estas cosas… mi abuela me lo contaba… Entonces el proyecto es renunciar a la paternidad… porque a mí no me parece justo que tenga que hacerse cargo de una criatura hasta los 18 años…», sostuvo la influencer Lilia Lemoine, candidata a diputada nacional en la lista de Javier Milei.
En Argentina, más de un millón y medio de mujeres crían y mantienen solas a tres millones de hijos e hijas. La mitad de esos chicos no recibe nada de parte de sus padres.
El INDEC publicó el miércoles que el costo de la Canasta Crianza va de 141.320 a 169.570 pesos por chico según su edad. ¿Cómo hacen las madres? ¿Por qué solo ellas deben mantener a los hijos? Se llama violencia económica de género. Lemoine no sólo la avala sino que propone legalizarla.
La provocación de los libertarios va in crescendo. Ciertas ideas podían lucir como torpezas y algunos comentarios traspiés, pero a esta altura está claro que menoscabar, atacar y violentar a las mujeres es una estrategia.
Como Milei y su inefable candidato porteño Ramiro Marra -promotor de la pornografía- son abiertamente misóginos, el partido sumó mujeres. Mujeres machistas, alfiles del patriarcado, como la empresaria Diana Mondino -posible canciller de Milei-, que dice que el feminismo es «una farsa» y «un culto satánico», o Victoria Villarruel, candidata a vicepresidenta, que asegura que «la violencia no tiene género» y que va a derogar la ley del aborto y cerrar el Ministerio de Mujeres Géneros y Diversidad.
El partido viene sosteniendo desde hace mucho que la desigualdad de género no existe, desconoce los femicidios, niega las violaciones y la apropiación de niños en la dictadura. Anuncia el fin del aborto legal y la educación sexual integral, la venta de órganos, de hijos, el uso de armas, la privatización de la educación y la salud.
Lo que plantea es el freno al avance de las mujeres (de todos los grupos más vulnerables) y de la igualdad (no sólo de género). Es el avance del mercado, la cultura de la violación, la violencia de género, la ignorancia y la enfermedad. LLA no sólo propone renunciar a la paternidad. Dice abiertamente que nos quedaremos sin derechos. Puro retroceso.
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