Sam Altman es reinstalado como director ejecutivo de OpenAI

Sam Altman fue restituido a última hora del martes como director ejecutivo de OpenAI, según informó la empresa, revirtiendo así la destitución que sufrió la semana pasada por parte del consejo de administración de la empresa tras una campaña llevada a cabo por sus aliados, empleados e inversores.

El consejo de administración será revisado, destituyendo a varios miembros que se habían opuesto a Altman.

Adam D’Angelo, consejero delegado de Quora, será el único que permanecerá en el cargo.

«Hemos llegado a un acuerdo de principio para que Sam regrese a OpenAI como consejero delegado con un nuevo consejo inicial formado por Bret Taylor (presidente), Larry Summers y Adam D’Angelo», dijo OpenAI en un post en X, la plataforma antes conocida como Twitter.

«Estamos colaborando para concretar los detalles. Muchas gracias por vuestra paciencia en todo esto».

El regreso de Altman y Greg Brockman, presidente de la empresa, y la remodelación del consejo de administración, pusieron el colofón a cinco días frenéticos que trastornaron a OpenAI, el creador del chatbot ChatGPT y una de las empresas de inteligencia artificial de más alto perfil del mundo.

Taylor actuará como presidente del consejo, según la empresa.

D’Angelo dirigía las negociaciones, según dos personas en contacto con el consejo.

El marco general de los cambios estaba listo a última hora del domingo, según una de esas personas.

Determinar la composición del consejo ralentizó la decisión de permitir el regreso de Altman, según esa persona y otra.

OpenAI denominó al nuevo consejo «inicial», indicando que podría ampliarse.

Una persona cercana a las deliberaciones de la junta el martes dijo que D’Angelo, Tasha McCauley y Helen Toner presionaron para obtener ciertas concesiones de Altman, incluida una investigación independiente sobre su liderazgo de OpenAI.

Al final, Toner y McCauley aceptaron abandonar el consejo porque estaba claro que necesitaba un nuevo comienzo, dijo esta persona cercana a las deliberaciones.

Si todos ellos dimitían, les preocupaba que se diera a entender que el consejo se había equivocado, aunque colectivamente pensaran que habían hecho lo correcto.

Microsoft, el mayor inversor de OpenAI, apoyó la medida.

Satya Nadella, CEO de Microsoft, dijo en X que estaba «alentado por los cambios en la junta de OpenAI, llamándolo un «primer paso esencial en un camino hacia una gobernanza más estable, bien informada y eficaz.»

Dijo que Altman y Brockman deberían volver a OpenAI.

El consejo de OpenAI sorprendió a Altman y a los empleados de la empresa el viernes por la tarde cuando le comunicó su cese.

Brockman, cofundador de la empresa con Altman y otros, dimitió en señal de protesta.

La destitución puso en marcha los esfuerzos de Altman, de 38 años, sus aliados en la industria tecnológica y los empleados de OpenAI para obligar al consejo de administración de la empresa a traerlo de vuelta.

El domingo por la noche, después de un fin de semana de negociaciones, el consejo dijo que mantendría su decisión.

Pero horas después, Microsoft, el mayor inversor de OpenAI, anunció que Altman, Brockman y otros se unirían a la empresa para crear un nuevo laboratorio de inteligencia artificial avanzada.

La mayoría de los más de 700 empleados de OpenAI firmaron una carta en la que comunicaban a la junta directiva que se marcharían y seguirían a Altman a Microsoft si no era readmitido, poniendo en peligro el futuro de la empresa.

«Me encanta OpenAI, y todo lo que he hecho en los últimos días ha sido para mantener unido a este equipo y su misión», dijo Altman en un post en X.

«Con el nuevo consejo y el apoyo de w satya, estoy deseando volver a openai, y construir sobre nuestra sólida asociación con msft».

Cuatro miembros del consejo -Ilya Sutskever, fundador de OpenAI; D’Angelo; Toner, director de estrategia del Centro de Seguridad y Tecnologías Emergentes de Georgetown; y McCauley, empresario e informático- habían decidido inicialmente apartar a Altman.

Pero a medida que crecía la revuelta de los empleados, Sutskever se arrepintió en un mensaje en X:

«Lamento profundamente mi participación en las acciones de la junta».

También firmó la carta.

Ahora que Altman ha sido readmitido y se ha constituido un nuevo consejo, Brockman, que ha trabajado estrechamente con Altman durante más de una década, también volverá a OpenAI.

Sutskever ya no forma parte del consejo, pero sigue siendo empleado de OpenAI.

«Ilya está encantado de que Sam vuelva como consejero delegado y lleva días trabajando sin descanso para que esto ocurra», dijo el abogado de Sutskever, Alex Weingarten.

«Es lo mejor para la empresa».

Los empleados de OpenAI celebraron la vuelta a la normalidad el martes por la noche, tras cinco días de incertidumbre.

A los trabajadores se les había dado la semana libre por Acción de Gracias, pero muchos permanecieron en la oficina o pegados a sus pantallas para seguir el drama.

«Gracias a Dios», dijo un empleado.

«Estamos de vuelta», dijo otro.

Thrive Capital, que lidera una nueva oferta de financiación que valorará a OpenAI en más de 80.000 millones de dólares, dijo que seguiría asociándose con OpenAI «ahora y en el futuro.»

Altman telefoneó a The New York Times y dijo:

«Espero que tengan un bonito Día de Acción de Gracias».

c.2023 The New York Times Company