San Francisco recuperó el brillo perdido con el mayor evento de inteligencia artificial del mundo
Dreamforce 2023, la mega convención organizada por la empresa de software Salesforce, le devolvió por unos días a San Francisco el brillo perdido y sirvió para demostrar que -al menos por ahora- la ciudad californiana sigue siendo la meca de la tecnología.
Más de 40 mil personas de todo el mundo se congregaron para escuchar sobre el futuro de la inteligencia artificial (IA) y los negocios en los alrededores del centro de convenciones Moscone y los jardines Yerba Buena, una zona céntrica «hackeada» desde hace años por el consumo de fentanilo -un analgésico opioide sintético mucho más potente que la morfina- y el drama de los homeless.
Estos flagelos vienen afectando seriamente al turismo desde hace años y llevaron a los CEO’s varias tecnológicas a analizar la posibilidad de mudar las sedes de sus compañías hacia zonas más amigables de Silicon Valley; o incluso fuera del estado de California.
Para los asistentes de Dreamforce, sin embargo, la experiencia en 2023 fue significativamente mejor a la habitual.
Durante los tres días de sesiones, conferencias y talleres, esta sección del centro de San Francisco se convirtió en una suerte de utopía-tecno-natural, con múltiples pabellones ambientados como un parque nacional, asistentes vestidos de guardabosques, una cascada artificial, 50.000 plantas, 150 árboles, música en vivo y viandas plant-based.
Para ingresar, claro, era indispensable mostrar una credencial y pasar por un detector de metales. This is America.
«San Francisco ha estado increíblemente limpia, hermosa y segura durante los últimos tres días, y es fantástico que pueda dar lo mejor de sí para este gran evento. Es importante preguntarse por qué la ciudad no puede estar tan limpia y segura todos los días», planteó Marc Benioff, CEO de Salesforce, al terminar la convención.
No fue su única crítica al gobierno (demócrata) local: Benioff -un nativo de San Francisco, y el mayor empleador privado de la ciudad- incluso llegó a advertir que la edición 2023 de Dreamforce podría ser la última en realizarse allí por la violencia y la suciedad que se ven en las calles del downtown.
Aunque la zona de la convención estuvo limpia y segura, la desigualdad era visible a unas pocas cuadras, especialmente en el barrio The Tenderloin -quizás el más peligroso-, donde desde la comodidad de un «robotaxi» autónomo se podían observar decenas de personas durmiendo en carpas y consumiendo fentanilo bajo el tibio sol del invierno californiano.
Hacer que los asistentes -de todo el mundo- se sientan bienvenidos tuvo para San Francisco un valioso retorno: Dreamforce inyectó casi 90 millones de dólares a una economía que aún sigue debajo de los niveles prepandémicos.
«Otros países envidian este tipo de capacidad, capital intelectual y recursos humanos. Si la ciudad se esfuerza, puede ser asombrosa», dijo Benioff, quien mencionó a la inteligencia artificial como un «enorme catalizador» para que San Francisco pueda atraer a nuevas empresas y recuperar su relevancia en la escena tech de la costa oeste.
El boom de la IA, mucho más que una moda pasajera
El autoproclamado «mayor evento de inteligencia artificial del mundo» le sirvió a Salesforce como excusa para presentar varios nuevos productos de IA incorporados a su software de CRM (Customer Relationship Management, o Gestión de Relación con los Clientes).
La apertura de la convención estuvo a cargo del propio Benioff, quien mostró la nueva generación de su IA, «Einstein», un asistente conversacional integrado en todas las aplicaciones de Salesforce que provee respuestas «relevantes y de confianza, basadas en datos seguros» de cada compañía y sus clientes.
En la lista de oradores hubo desde ejecutivos de la multinacional y expertos en inteligencia artificial hasta estrellas de Hollywood como el actor Matthew McConaughey y el director Spike Lee.
El plato fuerte del evento fue la conversación de Benioff con el director ejecutivo de OpenAI, Sam Altman, quien desestimó las críticas que recibe ChatGPT respecto de las «alucinaciones». Para Altman, que una IA a veces brinde información falsa no es un problema, sino parte de la «magia» de estos sistemas.
«Gran parte del valor de estos sistemas está fuertemente relacionado con el hecho de que alucinan. Son más un feature (característica) que un bug (error). Si quieres buscar algo en una base de datos, ya hay cosas útiles para hacerlo. El hecho de que estos sistemas de inteligencia artificial puedan generar nuevas ideas y ser creativos es gran parte de su poder», explicó.
Otro de los grandes debates repetidos durante varias de las charlas tuvo que ver con el impacto de la inteligencia artificial en el mercado laboral. Para David Schmaier, presidente y director de productos de Salesforce, el mundo «y la inteligencia artificial específicamente, seguirán necesitando de los humanos«.
«Con la llegada de los teléfonos celulares, el comercio online y los pagos electrónicos, muchos dijeron que iban a desaparecer muchos puestos de trabajo. Pero todavía hay tiendas en las calles. Nadie hace todas sus compras en internet. Creo que lo mismo sucederá con la inteligencia artificial. Si todos los problemas de precisión, confiabilidad y toxicidad de la IA se resolvieran, mi respuesta podría cambiar. Pero eso todavía no ocurrió», explicó, en diálogo con Clarín.
Para Schmaier, «en realidad surgirán nuevos trabajos, como el de la ingeniería de prompt, que hasta hace un año no existía; y hay muchos que ni siquiera imaginamos».
En la misma línea, Guido Ipszman, director general de Salesforce Argentina y Perú, aseguró que «todavía no hay nada que vaya a reemplazarnos o por lo que debamos estar preocupados».
«Lo que tenemos que tener es la capacidad de prepararnos para adaptarnos a lo que viene. Nos va a pasar a cada uno de nosotros. Hay que ser inteligentes para que el cambio sea con nosotros, no sin», argumentó.
Hay estudios que respaldan estas ideas. Según la consultora IDC, las nuevas herramientas de IA permitirán crear 11 millones de nuevos empleos hasta 2028.
A diferencia de otros temas que surgieron en el ambiente tech en los últimos años, como el metaverso, los NFT’s o la web3, el boom de la inteligencia artificial que se disparó a partir de la lanzamiento de ChatGPT-3 parece ser mucho más que una moda pasajera.
«Creo que los pagos en criptomonedas serán un gran tema en el futuro, pero esto (la IA generativa) es mucho más transformador, algo completamente diferente. Solo basta mirar cuánta gente la usa en comparación a otras tecnologías. Todavía es temprano, pero creo la inteligencia artificial va a cambiar las reglas del juego. El mundo no será el mismo», señaló Schmaier.
Para Ipszman, en tanto, la ola de IA «llega para agregar valor, para desafiarnos a todos a aprender nuevas tecnologías».
«Creo que estamos viendo el comienzo de una era en la que la inteligencia artificial va a agregar valor a nuestras vidas y nuestros trabajos. Todos nos tenemos que entrenar sobre la aplicabilidad de nuestros roles y hacer uso inteligente de la inteligencia artificial. Pero es con nosotros, no sin», cerró.
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