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su director tiene autismo y Kodama lo apoyó en secreto

Nika Pedro tiene 30 años y una discapacidad, autismo. A los ocho años conoció a María Kodama, quien de inmediato se convirtió en su madrina y en la mentora de su gran sueño: el Museo Internacional de la Discapacidad, que, a partir de este jueves a las 18, llevará el nombre de la viuda de Borges, fallecida este año.

La propuesta es muy novedosa, no solo porque en su acervo conviven obras donadas por artistas reconocidos y obras creadas por artistas con discapacidad, sino porque el Museo no tendrá una sede única sino que será itinerante. Arranca en la Universidad de Belgrano pero a lo largo de 2023 varios espacios del país tendrán inauguraciones escalonadas. El año próximo habrá muestras del Museo en Ginebra, Suiza y en la Ciudad de Guatemala.

Museo de la Discapacidad, retrato de su mentora, María Kodama.


Museo de la Discapacidad, retrato de su mentora, María Kodama.

Más de 200 artistas visuales han donado sus obras y, a través de todo ese patrimonio, la propuesta es que el público comparta y comprenda en profundidad el sentir de las personas discapacitadas, “desde un punto de vista cultural, ético y científico”, dice Nika Pedro.

Las obras abarcan todas las expresiones plásticas y visuales, incluyendo esculturas y objetos. “Este museo es en homenaje María Kodama. Ella hizo mucho y en silencio por las personas con discapacidad, como por ejemplo dar lugar a una escuela de lenguaje de señas en la Fundación Internacional Jorge Luis Borges”, le cuenta el joven gestor a Clarín Cultura.

Nika Pedro, director del Museo, junto a una Venus, a lo Boticelli, y un óleo conmovedor.


Nika Pedro, director del Museo, junto a una Venus, a lo Boticelli, y un óleo conmovedor.

¿Cómo se gestó una iniciativa tan potente que necesita tanto apoyo? Nika Pedro dice que, con el madrinazgo de Kodama, fue conociendo desde hace más de una década a embajadores, directores de museos, entidades y “personas que me ayudaron a mantener esta idea en secreto para que pudiéramos armar el patrimonio que hoy tenemos”. Se refiere, entre otras mecenas, a la esposa del embajador de Suiza en la Argentina, Grisel Schellenberg, y a María Povarché, directora del Museo Xul Solar y Galería Rubbers.

Es que el joven artista, que también escribe, pasó mucho tiempo en la Fundación Internacional Jorge Luis Borges y en el Museo Xul Solar.  Cuenta su fervor así: “Tenemos mucho material histórico pero también otros materiales científicos para llevar a la reflexión, enseñar y también recordar a las personas con discapacidad que ya no están con nosotros. Cada artista con su obra nos enseña a pensar lo que se siente al tener una discapacidad. Esto no es en sí negativo ni positivo; está allí y hay que aceptarlo. El Museo es una columna vertebral para que la discapacidad puede estar también considerada en el ámbito académico, político y sociocultural, y que nosotros consigamos ser integrados en busca de nuestra plenitud”.

Subraya Pedro que fue afianzándose una red de conexiones a partir de estos dos espacios –Borges y Xul–, “donde todo conecta con todo”. Y desde entonces más embajadas, la UBA y la Universidad de Belgrano se sumaron a la iniciativa para que finalmente prosperara. Más de doce representaciones diplomáticas en Argentina apoyan la iniciativa.

Nika Pedro habla con firmeza sobre este proyecto que lo está dejando exhausto en estas dos semanas previas a la inauguración. Es puntilloso y detallista; dice que no conoce otras propuestas similares en otros países, donde sabe que hay muchos centros psiquiátricos y para discapacitados. Pero distingue que “acá la idea era crear un museo fuerte, tanto en lo académico, como en lo científico y en lo artístico”.

Pedro y su amiga, María Kodama, quien lo fue vinculando con diplomáticos extranjeros en el país.


Pedro y su amiga, María Kodama, quien lo fue vinculando con diplomáticos extranjeros en el país.

–¿Cómo crees que reaccionará el público cuando asista a visitarlo?, le pregunta Clarín Cultura.

Difícil saberlo, responde: «La gente verá obras hechas por personas con distintas discapacidades pero también hay trabajos artísticos de consagrados. Los artistas contemporáneos han puesto no solo su obra, sino también su corazón. La gente se va a ir emocionada. Cada uno lo vivirá de manera particular. Por ahora, quienes han estado en el montaje se van con los ojos llenos de lágrimas”.

Por supuesto, preguntarle por el modo en que vive el autismo a sus 30 años era inevitable, tratándose del alma máter del Museo.

“A veces tengo crisis, me cuesta mucho socializar –comparte–. Tengo problemas sensoriales y de literalidad en cuanto a mi comprensión. Pero aprendí a respetar, a valorar y a amar mi autismo, tengo que estar orgulloso porque es lo que defiendo en el Foro Internacional Suizo-Argentino de la Discapacidad. La discapacidad tiene que naturalizarse. Hay que perderle el miedo a las palabras, para conocer su verdadero significado”.

Nika Pedro sostiene que las personas con discapacidades como la suya no son diferentes a los demás «ni especiales. Simplemente tenemos un condicionamiento que no nos permite acceder a algo de la vida cotidiana». Y concluye: «La discapacidad debe aceptarse y cuando eso ocurra el mundo va a ser mucho mejor. El museo es un ejemplo de nosotros para el mundo”.

Habrá escultura y pintura donada por artistas.


Habrá escultura y pintura donada por artistas.

Y cómo funciona su creatividad? “No sé si por mi autismo pero soy una persona que me imagino algo y lo hago. Por ejemplo, tengo mis libros, mis poemas y mis dibujos que decidí no exponer en esta inauguración. Yo imagino y me dejo llevar: hago. Es como si fuera un cerebro, con astas como las de un ciervo que se bifurcan en el espacio y se convierten en ideas. A veces tengo ausencias; es entonces cuando vuelo, disfruto, creo y vivo. Eso, si no me interrumpen con un grito o con un contacto físico”.

A medida que se vayan agregando sedes, se irá visualizando la perspectiva científica y la evolución histórica de los tratamientos y elementos terapéuticos destinados a las personas con discapacidad.

Un hito en este sentido será la inauguración, a principios de octubre, en la Facultad de Medicina de la Universidad de Buenos Aires, que cuenta con su propio museo y patrimonio sobre la historia de los grandes científicos e instituciones médicas de la Argentina.

Es un museo revolucionario si se toma en cuenta que estará a cargo de una persona con autismo y no existen otros antecedentes a nivel internacional. El Foro, en el que Nika Pedro ha puesto gran empeño, trabaja en el desarrollo e integración de decenas de jóvenes, a través de métodos diversos, entre otros, la equinoterapia, un centro de recreación y una escuela de modelaje.

Kodama, Pedro y amigos del nuevo Museo.


Kodama, Pedro y amigos del nuevo Museo.

El museo tendrá varias sedes porque, según su creador, así funciona el espectro autista: las personas y las cosas no están en un solo lugar; los sentidos y los sentimientos, tampoco. Por supuesto que Nika no estará solo. Un equipo de personas del ámbito cultural, académico, profesional y de la sociedad civil participa de esta iniciativa, cuyo ingreso y visitas serán gratuitos, incluso con visitas guiadas.

Inauguración: Universidad de Belgrano, Zabala 1837, Buenos Aires. Visitas para el público, con ingreso gratuito: del 4 al 10 de agosto, de 12 a 18. Reservas previas al WhatsApp: +54 11 2658 1015. IG: @museo.discapacidad.mariakodama.


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