Taiwán va a las urnas este sábado para elegir un nuevo presidente que deberá guiar en los próximos cuatro años las relaciones de la isla de gobierno democrático con una China cada vez más agresiva.
Beijing afirma que la isla, separada por un estrecho de 180 kilómetros de ancho de China continental, es parte de su territorio.
El presidente chino, Xi Jinping, nunca ha renunciado a usar la fuerza para recuperar el control sobre Taiwán, una amenaza que ha sobrevolado toda la campaña electoral.
nte este escenario, Taiwán no solo se prepara para una invasión de sus tropas, sino también para un ataque cibernético que podría dejar millones de personas sin internet, inutilizar bancos y paralizar la industria de semiconductores más avanzada del mundo.
China sigue reclamando a la isla como propia, lo que lleva a las autoridades de Taipéi a imaginar los escenarios más funestos si un día Beijing decide atacar.
Las autoridades taiwanesas y los expertos de ciberseguridad tienen claro que, en caso de invasión, China no limitará sus ataques a las fuerzas de seguridad y la infraestructura de defensa, sino que intentará desconectar a la isla del resto del mundo.
Taiwán se enfrenta ya a una persistente amenaza de sigilosos piratas que acceden a redes de ordenadores para «quedarse y esperar en la infraestructura de la víctima», explicó Crystal Tu, especialista en ciberseguridad en el Instituto de Investigación en Defensa Nacional y Seguridad de Taiwán.
Pueden ser muy activos durante un conflicto, por ejemplo, con «una operación cibernética para interrumpir infraestructura crítica, incluidos los sectores de telecomunicaciones, energía y finanzas», dijo esta experta a la AFP.
Una elección «entre guerra y paz»
Los ciberataques contra Taiwán crecieron drásticamente en el año previo a las elecciones presidenciales de este sábado, que China ha descrito como una elección entre guerra y paz para esta isla de 23 millones de personas.
Las autoridades taiwanesas estiman que las agencias gubernamentales enfrentan cinco millones de ciberataques diarios.
La firma de ciberseguridad Fortinet reportó un incremento del 80% de los ciberataques en la primera mitad de 2023, lo que sitúa Taiwán como la principal víctima de estas acciones en Asia-Pacífico.
«Las ciberoperaciones contra Taiwán nunca se frenan», afirmó Tu.
Algunas tácticas usadas por las infraestructuras taiwanesas han sido identificadas como métodos normalmente empleados por grupos patrocinados por el Estado chino.
El año pasado, Microsoft señaló la amenaza de un grupo llamado Flax Typhoon que opera desde China contra Taiwán.
El gigante informático estadounidense aseguró que Flax Typhoon «intenta espiar y mantener el acceso» a varias organizaciones taiwanesas por el máximo tiempo posible.
Amenaza a una industria clave
Los cibercriminales no solo atacan al gobierno o las organizaciones de defensa, también a la industria de semiconductores de la isla.
Las empresas taiwanesas son cruciales para el suministro de chips que sostienen gran parte de la economía global.
Tal es la importancia que un antiguo alto cargo estadounidense dijo el año pasado que Washington preferiría destruir la infraestructura de semiconductores de Taiwán que dejar que caiga en manos de las fuerzas invasoras chinas.
El año pasado, la empresa Taiwan Semiconductor Manufacturing Company (TSMC), que controla más de la mitad de la producción de chips mundiales, informó de una filtración de datos en uno de sus proveedores.
«Taiwán es un objetivo importante porque está en la cima de una cadena de suministro de alta tecnología crucial», afirmó Jim Liu, de la firma Forinet.
«La geopolítica y las relaciones (China-Taiwán) pueden inevitablemente incrementar los incidentes de ciberseguridad», agregó.
China intensificó la presión diplomática y militar sobre la isla desde 2016, cuando Tsai Ing-wen del Partido Progresista Democrático llegó a la presidencia.
La presidenta saliente considera Taiwán un estado independiente y no acepta las reivindicaciones de Beijing sobre su territorio, una visión compartida por su vicepresidente y candidato a sucederla Lai Ching-te, favorito en los comicios del sábado.
La beligerancia de China, que ha desplegado simulaciones de un bloqueo miliar de Taiwán, ha alimentado las especulaciones entre los políticos de la isla sobre el posible calendario y los métodos de una invasión.
En el plano digital, las autoridades taiwanesas creen que China podría ir más allá de los ciberataques y tratar de cortar las comunicaciones de la isla con el resto del mundo.
«Dado que Taiwán es una isla, todas las comunicaciones con el mundo exterior dependen de cables submarinos», dijo el viceministro de Asuntos Digitales de Taiwán, Huai-jen Lee, en una entrevista reciente a la AFP.
«El peor escenario es que corten todos nuestros cables submarinos».
La solución que prepara Taiwán está en el cielo.
El viceministro Lee indicó que su gobierno trabaja con dos proveedores extranjeros de servicios por satélite que colaboran con la mayor empresa de telecomunicaciones del territorio.
El plan de contingencia cuenta con la colocación de receptores de satélite en 700 ubicaciones en Taiwán para «ver si podemos conmutar los sistemas de comunicación» en tiempos de crisis, dijo a AFP.
«Lo primero es mantener la estabilidad del sistema de comando del gobierno y mantener la fiabilidad de la información suministrada» a los civiles, explicó.
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