Trucos sencillos para conversar las frutillas y hacer que duren más tiempo

Las frutillas, deleite de los días soleados, son consideradas como la fruta versátil por excelencia: un placer solitario, la estrella de licuados veraniegos, el acompañamiento perfecto en tortas, en simbiosis con crema o chocolate, y la lista sigue. No obstante, su carácter perecedero demanda consumo ágil para evitar que su esplendor se desvanezca.

En la lucha contra el tiempo, desvelamos algunos trucos insospechados para prolongar la vida útil de estas deliciosas frutas más allá del día de su adquisición. Estas astutas estrategias no solo te sorprenderán, sino que podrían ser la clave para disfrutar de las frutillas frescas por más tiempo.

• La elección de las frutillas. Para que se conserven mejor, es importante elegir frutillas frescas y no muy maduras, sino se pudrirán más rápido.
• Lavar la fruta con agua fría y secarlas. Lavar las fresas ayudará a eliminar las bacterias y la suciedad, factores de su deterioro. Además, para secarlas se debe usar una toalla de papel o servilleta.
• Tirar las frutas podridas o magulladas. Las frutillas que estén en malas condiciones pueden contaminar a las demás.
• Guardar la fresa en la parte más fría de la heladera. Para que se conserven mejor se recomienda colocarlas a una temperatura de 0 a 4 grados centígrados.
• Colocarlas en un recipiente con agujeros. Esto permite que el aire circule y que no se pudran rápidamente.
• Agregar un papel absorbente dentro del recipiente. El papel ayuda a absorber la humedad y que las frutillas duren más tiempo.
• Secreto del vinagre: Mezclar una parte de vinagre con tres partes de agua, y sumergir las frutillas en esta solución durante unos minutos, puede ser un escudo eficaz contra el moho y las bacterias.
• Envolver en papel aluminio. Envolver cada frutilla individualmente en papel aluminio antes de guardarlas en la nevera puede ayudar a prevenir la formación de moho y mantenerlas frescas por más tiempo.
• Guarda con hojas de albahaca. Colocar las frutillas en un recipiente con papel absorbente y agregar algunas hojas de albahaca fresca puede ser un truco inusual pero efectivo para extender su vida útil.
• Congelar las fresas. Si tenés varias frutillas las cuales no vas a consumir dentro de esta semana, lo mejor es congelarlas para que no se estropeen. Para esto, primero se deben lavar, secar y colocarlas dentro de un táper o recipiente hermético.

Si te sobran varias frutillas y no sabes qué hacer con ellas, una buena opción es transformarlas en una mermelada. Esta confitura es deliciosa para untar en los tostados, panqueques, usarla para tortas o postres.

• 1 kilo de frutillas
• 752 gr. de azúcar
• Jugo de limón

1. Lavar bien las frutillas.
2. Cortar la fruta en cuartos, o más pequeña si es posible. Dejarlas en un recipiente con azúcar por un día.
3. Al día siguiente, revolver bien el azúcar que quedó de bajo.
4. Llevar las fresas a fuego medio y agregar el jugo de limón a gusto.
5. Luego de que la mezcla hierva, bajar el fuego a mínimo y cocinar por 30-40 minutos. Es importante chequear la constancia, puede que se termine antes de tiempo. Además, ir revolviendo con una cuchara de madera en períodos cortos.
6. Una vez que termine de cocinarse, colocar la mermelada tibia en un frasco esterilizado. Dejar enfriar boca abajo. Mantener la mermelada en lugares frescos o en la heladera.