Un cura que les da de comer a más de 2.000 pobres recibió una factura de luz por $ 176.000
La pobreza no deja de crecer en el país y, por consiguiente las necesidades. En el populoso partido de Moreno, en el gran Buenos Aires, el sacerdote Joaquín Giangreco lo percibe claramente porque a los cuatro comedores que tiene distribuidos entre las capillas de su parroquia debió sumar tres más en los últimos tiempos.
Si se considera el club para los chicos de la parroquia, el hogar de mujeres y el llamado Hogar de Cristo que asiste a ex adictos pobres en recuperación, el padre “Tano” -así lo llaman todos- da de comer diariamente a 2.400 personas gracias a la ayuda del Ministerio de Desarrollo Social y de numerosas donaciones.
Obviamente, el sacerdote necesita hasta el último peso para comprar los alimentos a la vez que las donaciones no siempre alcanzan y hay que hacer malabares con los productos que hay, sin poder lograr la calidad nutricional que exigen los menores y los adultos mayores, por caso, ante el elevado costo de la verdura.
En ese contexto, el padre “Tano” este mes se encontró en la parroquia con una factura de luz de Edenor de $ 176.000. Dice a Clarín que solo está en condiciones de pagar si utiliza el dinero que el envía el ministerio para los alimentos, lo que implicaría, obviamente, menos comida para la gente.
En la Iglesia se preguntan por qué una parroquia de una zona muy necesitada que brinda una asistencia elemental como la alimentaria es considerada por la compañía eléctrica como si fuese un comercio más. “La verdad es que nos ayudaría mucho que tuvieran en cuenta lo que hacemos”, pide el sacerdote.
El padre “Tano” había sido parte de una noticia a mediados de 2014 cuando estaba destinado en Campo Gallo, un pueblo muy pobre de Santiago del Estero y a través de la radio parroquial entrevistó al Papa Francisco ante la fascinación de los pobladores que se congregaron para escucharla.
Siendo arzobispo de Buenos Aires, el entonces cardenal Jorge Bergoglio había colaborado para la concreción de la FM, y ahora como pontífice quería estar de alguna manera cerca de esa población humilde de la mano de un sacerdote especialmente comprometido con los más pobres.
Consultados por Clarín, fuentes de Edenor explicaron que el monto se deba a dos facturas que se acumularon, por algo más de $80.000 cada una. Y anticiparon que se van a poner en contacto con el padre Joaquín para ofrecerle un plan de pagos que le permita hacer frente a la situación.
También señalaron que para que la parroquia puede ser incorporada como beneficiaria de la Tarifa Diferencial para Entidades de Bien Público debe estar inscripta en el Centro Nacional de Organizaciones de la Comunidad.
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